Cafre

Poco se sabe del pasado del criminal conocido como Cafre, también conocido como "Martillo" Morgan debido a sus poderosos puñetazos que dieron lugar a la leyenda que afirmaba que tenía puños como el acero. Encerrado por causas desconocidas en la prisión de la Isla Ryker, sus delitos fueron lo suficientemente graves para que se le encerrara en el Bloque de Celdas 10 donde se contenía a los presos mas peligrosos, su paso por la penitenciaria no sirvió para que abandonara sus hábitos criminales y no tardó en unirse al Diacono y a otros presos en un intento de fuga coincidiendo con la visita del Capitán América.

Los fugados hubieran preferido otro momento pero no podían abrir la puerta, dotado de circuitos eléctricos que impedían abrirla por medios convencionales. Es por ello que los reclusos decidieron usar los mecanismos electrónicos colocados por Iron Man en el escudo del Capitán América para abrir la puerta y para ello, tras reducir a uno de los guardas y hacerse con las llaves para liberar a los presos del bloque, tomaron al alcaide como rehén y ocuparon su puesto a la espera de la llegada del Capi el cual fue finalmente capturado y confinado en una celda junto al alcaide mientras Morgan y los demás se encaminaban a la puerta para usar el escudo para abrirla.

Lo que Cafre y los demás desconocían es que el Capi había quitado los circuitos porque alteraban el equilibrio del escudo por lo que no pudieron abrir la puerta, es mas, el héroe logró escapar de su celda y se enfrentó a los presos derrotándolos, entonces Morgan se dispuso a acabar con el abanderado de un puñetazo, pero el Capi, aunque su puñetazo era menos poderoso y sus manos mas pequeñas, conocía los nervios y los puntos de presión a la perfección y golpeó con el ángulo perfecto rompiendo el puño de Morgan sin sufrir ningún daño dejando a Cafre fuera de juego, pronto se presentaron los guardas en el Bloque de Celdas 10 que redujeron a los fugados devolviéndolos a las celdas, estando Martillo entre ellos.

Quiso el azar que los destinos de Morgan volvieran a cruzarse con los del vengador de la estrella, cuando el Capitán América accedió a la petición del Alcaide Michaels para mostrar que la cárcel era segura después de las fugas recientes, como primer paso para implantar un programa que ayudaría a los presos a rehabilitarse. El Capi fue encerrado en una celda como un preso mas, a la espera de encontrar la manera de fugarse, la celda elegida fue la de Martillo Morgan la cual compartía con un joven preso Tony Zack, sobre el que Cafre ejercía una influencia cada vez mayor amenazando con convertirlo en un verdadero criminal. Morgan vio con satisfacción como su viejo enemigo era encerrado en su misma celda y la atacó dispuesto a vengar su anterior derrota, pero no fue rival para el Capi que lo derrotó facilmente.

Morgan estaba dispuesto a aprovechar la menor oportunidad para vengarse de su enemigo pero entonces fue prevenido por el Diacono, que había descubierto las verdaderas intenciones del héroe y le propuso que ambos siguieran al Capi en su fuga para aprovechar el momento y escaparse también, aunque esto suponía evitar que los otros presos atacaran al Vengador y unirse a él en alguna pelea para evitar que sufriera daño, de este modo, Morgan se enfrentó a un grupo de presos que intentó atacar al lanzaescudos ganándose la confianza de este.

Y es que el Capi, pese a las advertencias de Zack, no sospechó de las verdaderas intenciones de Martillo de modo que cuando aquella noche dio comienzo a su plan de fuga, no se dio cuenta que Martillo aprovechaba el momento para intentar escapar liberando no solo al Diacono sino a otros reclusos, sin embargo, era mas fácil decirlo que hacerlo ya que Cafre y los suyos fueron incapaces de seguir el ritmo del héroe y pese a que el Capi logró escapar de la cárcel, la fuga de Morgan y los suyos fue contenida de modo que los sistemas de seguridad de la prisión demostraron ser eficaces para todos aquellos que no fueran el Capitán América. El héroe se reunió mas tarde con el Alcaide Michaels, intercediendo por Morgan y el resto de presos, afirmando que su presencia allí había sido la causante del intento de fuga. No han vuelto a tenerse noticias de Martillo Morgan desde entonces.