Número Uno

Se desconoce la verdadera identidad del villano conocido únicamente como Número Uno mas que era un alto cargo del Gobierno de los Estados Unidos el cual, ansioso por hacerse con el poder de los USA, aprovechó que el Consejo Supremo que dirigía el Imperio Secreto había sido destruida tras un enfrentamiento con Hulk, para hacerse con el control de la organización para obtener sus propios fines.

El nuevo Número 1 pretendió hacerse con el poder, pero para ello necesitaba poderosas máquinas de guerra y una fuente de energía para alimentarlos, seguramente en busca de alguna de estas fuentes de energía, el nuevo líder del Imperio Secreto infiltró a una de sus agentes, Linda Donaldson, en las filas de la Brand Corporation donde trabó una interesada relación sentimental con un prometedor científico, Hank McCoy, la Bestia, cuando Donaldson fue descubierta y obligada a huir, el Número Uno se fijó en el mutante y envió a primero a la Hermandad de Mutantes Diabólicos en su búsqueda y después al Grifo, aunque el mutante logró evitar la captura.

Paralelamente, y tras “saquear” el trabajo y conocimientos de diferentes científicos por todo el país, el Imperio Secreto diseñó una máquina para extraer la energía de las ondas x que emitían los cerebros de los mutantes, es por ello que el Número Uno ordenó a sus agentes que dieran caza a mutantes por todo el país, capturando a sus antiguos asociados de la Hermandad de Mutantes Diabólicos, a sus antiguos enemigos la Bestia y el Angel y su amigo el Hombre de Hielo y a dos ex miembros de la Patrulla-X como Kaos y Polaris. Con la máquina y los mutantes presos, solo necesitaban hacerse con giroscopio de electrones como sistema de guía para dotar de energía a sus máquinas de guerra.

Paralelamente, al Imperio Secreto acudió Quentin Harderman el cual, junto a su aliado Víbora, había orquestado una campaña para desacreditar al Capitán América y volver a las autoridades y a la opinión pública en su contra convenciendo a América para que colocara a Piedra Lunar en su lugar. Dado que Piedra Lunar era en realidad un agente al servicio de Harderman, el Número Uno conseguía un doble propósito, colocar como principal operativo superhumano del país a uno de sus colaboradores y sacar al Capitán América, un rival temible, del tablero de juego facilitando así sus planes, el Número Uno llegó a la conclusión que el impacto por la pérdida del Capitán América como mayor símbolo del país y con la caída en desgracia del Presidente por el caso Watergate, el pueblo americano no opondría demasiada resistencia a la toma del poder por parte del Imperio Secreto.

Sin embargo, el Capitán América no se resignó al destino que el tenían reservado los villanos, y acompañado del Halcón siguió el rastro de Piedra Lunar hasta Nashville, donde unieron fuerzas con la Patrulla-X que estaba siguiendo el rastro de los mutantes secuestrados, lo que les llevó a seguir el rastro de Linda Donaldson. Infiltrados como posibles reclutas, el Capi y el Halcón robaron (con la complicidad de uno de los agentes del Imperio Secreto), el giroscopio de electrones, lo que les permitió colarse en la base enemiga, siendo sin embargo descubiertos por los esbirros del Número Uno que usaron contra ellos sus avanzadas armas, y sin duda los hubieran eliminado de no ser porque SHIELD había logrado infiltrar a algunos de sus agentes en las filas del Imperio Secreto y estos lograron rebajar la potencia de las armas.

Nada de esto sabía el Número Uno, que junto a sus hombres y a bordo de las máquinas alimentadas por la energía extraída a los mutantes, marcharon hasta Washington donde exigieron que se les entregara el poder, el Gobierno envió a Piedra Lunar contra ellos pero este, conchavado con los villanos, fingió su derrota con la esperanza que las autoridades creyeran que no había esperanza y debían entregar el poder al Número Uno.

Se produjo la llegada del Capitán América y sus aliados que derrotaron a las tropas del Imperio Secreto y a Piedra Lunar poniendo fin a los planes de conquista, el Número Uno sin embargo, intentó aprovechar la confusión para escapa, intentando refugiarse en su despacho en el interior de la Casa Blanca para hacer ver que habia estado allí durante el ataque, sin embargo el Capi lo persiguió hasta alcanzarle, desenmascarándolo y descubriendo la verdad, que el peligroso villano no era otro que un alto cargo oficial del Gobierno.

Prefiriendo la muerte antes que la prisión, el Número Uno aprovechó la momentánea estupefacción del Capi para hacerse con un arma la cual apuntó hacia su sien, abriendo fuego y volándose la cabeza provocando su muerte.