Agente Eje

El Agente Eje no era una persona, sino la amalgama de tres espías combinado en un solo ser. Durante una violenta tormenta eléctrica, el avión que transportaba a tres de los mejores espías del Eje, correspondientes a la nacionalidad de los tres países, Alemania, Italia y Japón, sufrió el impacto de un rayo. De algún modo, el maelstrom eléctrico provocado, provocó que los tres hombres se fundieran en uno solo, el Agente Eje, que poseía la fuerza de tres humanos y poseía los conocimientos de los tres, además de su lengua.

El Agente Eje se puso al servicio de Hitler, y combatió al Capitán América y a los Invasores, en ocasiones en solitario, y otras aliado con el Tiburón y la Hiena.

Tras numerosos combates al servicio del Eje, el Agente Eje comenzó a desarrollar un problema de personalidad, ya que las tres personalidades de su interior pugnaban por el control. Fue por ello que intentó secuestrar al Doctor Sam Sabuki, del centro de recolocación de japoneses, en los Estados Unidos. Sin embargo, el doctor Sabuki insistía en salvar primero a Toro, herido por el disparo de un agente nazi, y que corría un peligro de muerte inmediato. El Agente Eje aceptó que primero curara a Sabuki, y por tanto se llevó secuestrado al doctor, a Toro, a Bucky, al joven Dhabi Mitchel y a la hija de Sabuki, Gwenny Lou. Las cosas no salieron como el Agente Eje planeaba, y la llegada de los Invasores le obligó a huir dejando tras de sí a sus prisioneros.

El Agente Eje desapareció al acabar la guerra, pero volvió a aparecer a mediados de los 80, en los Estados Unidos con una identidad falsa. Había sido llevado allí por la CIA, después que este destruyera Kalahia, el poblado de las montañas oculto, donde Bruce Dickson, el Hombre Delgado, había obtenido sus poderes. Cuando Dickson, acompañado del Capitán América, descubrió el paradero del Agente Eje, fueron a verlo, este les habló de sus fechorías, y de la destrucción de Kalahia. No parecía en absoluto arrepentido, y se jactaba de ello y de que tenía protección que impedía que le juzgaran. Furioso, Dickson se lanzó sobre él, llevando sus manos a su garganta y apretando, hasta provocarle una asfixia que acabó con su vida.

El espíritu del Agente Eje fue revivido por el nicromante conocido como Wilhelm Eckhardt, el cual implantó su esencia y recuerdos el interior de decenas de sujetos dispuestos a ejecutar actos terroristas en favor de Axis Mundi. Cuando el Hombre Delgado supo que su viejo enemigo había vuelto a la acción y tras capturar a uno de estos terroristas, no dudó en torturarlo y extraer por la fuerza imágenes de su mente gracias a la ayuda de una telépata con los que averiguó los planes de Axis Mundo lo que permitió desbaratarlos. Se ignora si tras su derrota el espíritu del Agente Eje continúa presente en algún humano ya que no se han vuelto a tener constancia de este hecho.