John Richards

Dos semanas después de cumplir los veinte años, John Richards se alistó en el ejército de los Estados Unidos de América. Durante la Segunda Guerra Mundial, John fue asignado a la 101ª división aerotransportada en calidad de paracaidista. El 6 de Junio de 1944 saltó desde los aviones aliados junto a sus compañeros durante el desembarco de Normandia. Allí vio caer a muchos compañeros, pero él sobrevivió, aunque años después, aún recordaría la experiencia.

Tras la Segunda Guerra Mundial abandonó el ejército, y creo su propio negocio, que a la larga le haría millonario, y que serviría para financiar las actividades científicas de su hijo y su nieto, Nathaniel y Reed Richards, respectivamente.

Nathaniel sería concebido no mucho después de que John se casase con su esposa, que moriría décadas después de cáncer. John no se endureció por la experiencia, y se centró entonces en tratar más con su hijo y nieto, con quienes vivió en California tras jubilarse. A éste último le enseñó grandes lecciones de la vida, y la bondad y honradez de Reed Richards provienen sin duda de su ejemplo.

El momento de su muerte es indefinido. Es probable de que cuando su hijo, Nathaniel Richards, abandonase su época en un viaje por el tiempo, John se encargase de cuidar a Reed. Acercándonos a épocas más recientes, es seguro que John no conoció a su biznieta, Valeria Richards, pero se desconoce si vivió para ver la aparición de los 4 Fantásticos, o si conoció a su biznieto, Franklin Benjamín Richards.