Rey Mortimer

El Sapo participó desde su origen en todas las misiones de la primera Hermandad de Mutantes Diabólicos de Magneto, junto a Mente Maestra, la Bruja Escarlata y Mercurio. Sin embargo, no consideraba que el grupo fuese una verdadera hermandad, ya que todos sus miembros le despreciaban o se burlaban de él.

Magneto llegó incluso a traicionarles, como cuando le abandonó en el planeta al que les había llevado el Extraño tras secuestrarles. Aún así, el Sapo continuó siguiendo a Magneto año tras año, en casi todos sus planes, hasta que la Patrulla-X dejó de existir, y él se marchó a vivir su propia vida.

Tiempo después, cuando Ciudad Centinela se convirtió en el último reducto mutante seguro (antes de que toda la población en la Tierra mutase). Para resarcirle de su antiguo comportamiento, Magneto le aceptó como a un hermano, y le dio un puesto de poder en Ciudad Centinela.

Cuando la Tierra fue repolarizada tras la destrucción del embrión celestial, el Sapo vio como adquiría los poderes magnéticos de su antiguo amo, mientras que este los perdía. Sapo se transformó entonces en el rey de la Ciudad Centinela (que pronto quedó abandonada, en parte por su nuevo señor, en parte por que los mutantes ya no tenían razones para esconderse del mundo).

Allí permaneció durante un tiempo, haciéndose llamar rey Mortimer, e incluso ayudando al Capitán América y Mar-Vell en su búsqueda de objetos de poder. Más tarde, capturó a los Vengadores de Hierro, que habían sido enviados por el rey Britania para comprobar porque la Antorcha Humana (diseñada para quemar las nieblas terrígenas de la atmósfera) de la Tierra Salvaje había sido apagada.

Cuando la Dama de Hierro fue atraída hacia la Tierra Salvaje por un mensaje telepático de Cable, el Sapo la recibió a ella y a Dragón de Jade encerrándolos. Posteriormente liberados por el Caballero Negro, el Sapo se enfrentó también a este.

Sin embargo, perdió sus poderes magnéticos (que Magneto volvió a poseer) cuando Cable enseñó a la Dama de Hierro a repolarizar (en parte) la Tierra reubicando el vibranium de su núcleo que había sobrevivido a la destrucción del embrión Celestial. Entonces, Sapo volvió a su actitud servil, implorando el perdón de su amo Magneto.

Casi inmediatamente, intentó suicidarse, pero Magneto se lo impidió controlando el hierro de su sangre, y haciendo que volviese a su cuerpo, sin dejarle morir como a un cobarde. Es de suponer que desde entonces vive de nuevo junto a Magneto en Ciudad Centinela, y también junto a la Patrulla-X de Scott Summers, que se instaló allí.