Mrs. Freiberg

Se desconoce si su noviazgo con el sacerdote Charles Freiberg fue más feliz, pero la señora Freiberg no tuvo un buen matrimonio, ya que su marido era tremendamente posesivo y autoritario. Estas cualidades se vieron reforzadas ante el nacimiento de su hija Edith, quien, con considerablemente más fuerza y resistencia física que cualquier niña de su edad, no era bien vista por su padre, quien consideraba que esto era fruto de la rebeldía y el pecado.

Un día en que fue imposible vacunarla porque la aguja no penetraba en su piel, su padre intentó castigarla físicamente; al darse cuenta de que esto era inútil porque no sentía el castigo, pegó a la madre de Edith. Cuando para evitar dar muestras de sus poderes Edith no se defendió al intentar (y conseguir) ser violada, quedó en un estado catatónico.

Como consecuencia de estos actos, la señora Freiberg tuvo que cuidarla en su casa con una determinada medicación. La casualidad quiso que al derramar el medicamento tuviese que contactar con su marido de noche para pedirle que trajese más. Yendo a buscarle a casa de una feligresa (Mary Jensen), descubrió que Charles le engañaba con ella.

La señora Freiberg decidió entonces dejarle y llevarse a Edith consigo; sin embargo, murió poco después durante un forcejeo con su marido por el volante del coche, en un vano intento de su padre de que la verdad no saliese a la luz.