Steve Binst

Steven Binst trabajaba como farmacéutico en una pequeña localidad del sur del Illinois. Durante dos años, Binst preparó un nuevo tipo de veneno, y fue probando su efectividad con animales cada vez mayores. Finalmente lo probó en humanos, dando gratuitamente unas pastillas envenenadas a la madre de Timika Williams, que causaron su muerte.

Aparentemente, Binst estaba loco y deprimido, e intentaba llenar su vacío interior matando. Planeaba provocar la muerte de la mitad de Chicago con sus venenos, y lo hubiera hecho si una compañera del trabajo no hubiese confesado verle regalar a aquellas pastillas.

Capturado por el FBI, Binst se declaró no culpable, aunque la premeditación de sus actos le llevó a que se le impusiera la condena máxima. Sin embargo, fue atacado por un grupo de reclusos de color en la prisión federal a la que fue enviado (Timika Williams y su familia eran igualmente negros), quienes le desfiguraron corgándole la boca por ambos extremos.

Esto provocó que Binst se quedase catatónico durante más de 10 años, por lo que fue enviado a una clínica psiquiátrica. Sin embargo, por alguna razón, despertó coincidiendo con una fiesta de cumpleaños para los huérfanos del psiquiátrico, asesinando y suplantando al payaso Fabbo, y poniéndose en libertad suplantándole {SP:NH 1}.

Regresando al hogar de Trevon Parnell (nombre del verdadero Fabbo) se encontró con que éste actuaba como distribuidor de cocaína en Chicago. De vuelta a las andadas, Binst adulteró la droga con sus venenos habituales, provocando la muerte de miles de drogadictos apenas cinco semanas de hallarse en libertad {SP:NH 2}.

Días después, y contratado (como Fabbo) por la esposa del alcalde de Chicago, introdujo su veneno en forma aérea en los globos de la fiesta de cumpleaños de su hijo, provocando su muerte y la de todos los presentes a la fiesta {SP:NH 3}. Cuando la policía rastreó su pista hasta el piso de Parnell, Binst tuvo que hacer frente primero al justiciero Halcón Nocturno, aunque pudo noquearle con su veneno {SP:NH 4}.

Sin embargo, Halcón Nocturno pudo zafarse y prender fuego a Binst con sus propios productos. Pero Binst sobrevivió y fue capaz de escapar, siguiendo a Halcón Nocturno hasta el hospital donde fue atendido por la doctora Arredondo. Tras irse su enemigo, Binst mató a la doctora y raptó a un niño anteriormente salvado por Halcón Nocturno {SP:NH 5}.

Reanudando de nuevo su escalada de muertes, Binst atrajo la atención de Halcón Nocturno a la planta de tratamiento de aguas residuales de Chicago, donde planeaba arrojar al bebé a una muerte segura. Sin embargo, fue él mismo el que halló la muerte, a manos de Halcón Nocturno {SP:NH 6}.