Kimura

Había nacido en una familia desestructurada, con un padre alcohólico y una madre negligente. En el colegio, Kimura abusaba y atormentaba a sus compañeros. Se desconocen los motivos, pero en algún momento quedó bajo la custodia de su abuela, que trató de curar su daño emocional por medio de cuidados, cariño y comprensión. Sin embargo, sus cicatrices emocionales demostraron ser permanentes y todos los esfuerzos de su abuela fueron inútiles. Después de que su abuela muriese por un ataque cardiaco, Kimura desapareció y entró en contacto con la Fundación siendo contratada por Martin Sutter. Allí sufrió un proceso de transformación que le aportó invulnerabilidad, control de la densidad y poder de autoregeneración, y así pudo vengarse de todos los que la habían herido en el pasado {NX 36}.

En la Fundación, Kimura era la entrenadora de X-23 y quien la asignaba las misiones bajo la supervisión del Doctor Zander Rice. Durante el tiempo en que X-23 estaba bajo las órdenes de Kimura, sufría sus abusos, pues ella encontraba cualquier excusa para torturarla, hubiera conseguido los objetivos de la misión o no. Después de que X-23 escapara de la Fundación, Kimura se propuso encontrarla, matar a todo el que hubiera tenido contacto con ella, y devolverla a la instalación.

Rastreó a X-23 hasta San Francisco, donde Laura estaba viviendo con su tía Debbie y su prima Megan. En el ataque contra la casa de Debbie, Kimura rompió el cuello de X-23. Luego utilizó unas esposas de adamantium para esposarse a Laura y arrastrarla escaleras abajo, donde estaban Debbie y Megan y comenzó a torturarlas. X-23 se recuperó de sus heridas, se amputó la mano para liberarse y esposó a Kimura a una tubería. Laura dijo a Megan y a Debbie que cogieran lo necesario y abandonasen la casa inmediatamente. Luego se volvió a unir la mano amputada, mientras Kimura decía que mataría a todo aquel al que X-23 quisiera. Laura cortó una tubería de gas y encendió la luz, causando la explosión de la casa {X-232}.

Más tarde siguió el rastro de X-23 hasta el Instituto Xavier. Trató de capturarla, pero su encargo aquella vez era diferente por lo que se enfrentó a Mercurio y la capturó. X-23 intentó impedir que se llevara a su compañera, pero Kimura la hirio gravemente y puedo escapar con su prisionera. Al regresar a la Fundación, vio como estaban probando su nuevo experimento, Depredador-X, con el mutante Mammomax.

Infernal y X-23 encontraron las instalaciones de la Fundación. Kimura estaba esperándolos y, utilizando un dispositivo sónico que sólo podían escuchar los mutantes, apuñaló a X-23 en el hombro. Infernal se enfrentó a ella y la estrelló contra una pared. Laura le pidió que la matara, pero Infernal se contentó con dejarla sin sentido {NX 33~ 36}.

Más tarde, Kimura regresó al Instituto Xavier para tratar de matar a X-23 de nuevo. Esta vez se enfrentó a Emma Frost, que la hizo olvidar a su abuela, la única influencia positiva en su vida. Emma le dijo a Kimura que no era más que una matona que trataba de hacer daño a los demás como venganza por una infancia triste y llena de abusos. Emma controló la mente de Kimura y la obligó a perseguir a los líderes de la Fundación, en especial al Profesor Harkins, que había supervisado los experimentos realizados a Mercurio {NX 36}.