Tierra-8310

La Tierra-8310 es una realidad divergente de la Tierra-616. En ambas Tierras el Príncipe Namor se enfrentó al villano conocido como Destino, el cual estaba armado con su casco de poder, en la Tierra-616 Namor fue derrotado y vagó durante años amnésico por el mundo de la superficie, mientras que Atlantis fue destruida. En la Tierra-8310 en cambio, Namor logró derrotar a Destino al que le arrebató el escudo y lo enterró en las profundidades del Océano.

En Atlantis mientras tanto, la ausencia de Namor fue aprovechado por su primo Byrrah para convencer al Emperador Thakorr que le nombrara regente del reino y su primer acto como nuevo regente fue encarcelar a la Princesa Fen, la madre de Namor y su segundo acto fue forjar una alianza con Krang, el señor de la guerra al que convenció para que se pusiera a su servicio a cambio de darle cierto grado de poder y por último logró el apoyo del Alto Sacerdote del Templo de Neptuno, Kormok. Seguidamente y apoyado por sus aliados, Byrrah comenzó una campaña de desprestigio hacia Namor de modo que cuando el Hombre Submarino regresó a Atlantis se encontró con la animadversión de la gente hacia él. Cuando minutos después supo que Byrrah había sido nombrado regente, intentó reunirse con el Emperador pero los guardias colocados por Byrrah se lo impidieron, no queriendo armar un escándalo que perjudicara su ya deteriorada imagen. No tuvo ocasión de intentarlo de nuevo puesto que aquella noche Byrrah apuñaló al Emperador hasta la muerte y colocó el puñal en la habitación de su primo de modo que al día siguiente, cuando su aliado Krang acusó a Namor del asesinato registrando su habitación, encontró el cuchillo ensangrentado por lo que todo Atlantis acusó a Namor tildándole de asesino. El Hombre Submarino hubo de huir para no ser linchado por su propio pueblo pero en su marcha juró que ya que su pueblo no le quería jamás regresaría a Atlantis.

La marcha de Namor llegó a oídos de Attuma, líder de una horda de bárbaros enemigos de Atlantis que vio llegada su oportunidad de conquistar el reino submarino y lanzó un ataque que quebró las defensas del reino y pusieron cerco a la ciudad. Desesperados, los atlantes enviaron exploradores en busca de Namor pero cuando lo encontraron y le hablaron del ataque de Attuma y el asedio de Atlantis, el Hombre Submarino se negó a volver a luchar por un pueblo que le había rechazado. Los días siguientes los pasó Namor en el mundo de la superficie hasta que un nuevo enviado de Atlantis le habló de la caída de la ciudad bajo las garras de Attuma y el asesinato de su madre, furioso, Namor regresó a su reino dispuestos a acabar con el bárbaro. Enfrentado a Attuma y su ejército, Namor derribó el palacio sobre las tropas del bárbaro para a continuación enfrascarse en una brutal batalla contra el propio tirano que terminó con victoria de Namor que atravesó a Attuma con su tridente.

Namor se dirigió a su pueblo clamando que volvían a ser libres, pero de nuevo los atlantes le rechazaron echándole en cara que les hubiera abandonado y no hubiera acudido a Atlantis cuando esta todavía no había sido conquistada, ahora que Atlantis estaba destrozada los atlantes prefirieron abandonar la ciudad iniciando un exilio y desperdigándose por todo el océano, atrás quedó Namor ahora rey de un reino destrozado.