Tierra-791218

La Tierra-791218 es una realidad divergente de la Tierra-616, las dos tienen un pasado en común hasta que un suceso en concreto provoca que el destino sea diferente. En ambas Tierras, un brillante cirujano llamado Stephen Extraño, vio truncada su carrera cuando un accidente de coche le dejó inútiles sus manos. Extraño cayó en una depresión que le arrojó a la bebida y no se sabe como hubiera acabado de no haber oído hablar del Anciano, su morada en el Himalaya y los increíbles prodigios que allí se producían. Extraño marchó al Himalaya, al hogar del Anciano, el hechicero aceptó ayudar a Extraño pero momentáneamente lo puso bajo el cuidado de su otro discípulo, el Barón Mordo. Lo que no sabía ni el Anciano ni Extraño es que el Barón Mordo estaba en tratos con el peor enemigo del Anciano, el señor de la Dimensión Oscura conocido como Dormannu. En la Tierra-616, Extraño descubrió los tratos de Mordo con Dormannu y el hechicero lanzó un hechizo sobre el cirujano para impedir que le delatara. En la Tierra-791218 las cosas se desarrollaron de forma diferente, Dormannu leyó el potencial inherente en Extraño, y deseando ganarle para su causa obligó a Mordo a ganarse la amistad del cirujano.

Siguiendo las órdenes de su amo, el Barón Mordo se ganó la amistad de Extraño e incluso usó su magia para sanar las manos del cirujano. Una vez curado no hubo razón para que Extraño siguiera en el hogar del Anciano y volvió a la civilización, allí retomó su carrera como cirujano con una habilidad mayor que la que tuvo antaño.

Desgraciadamente la influencia de la magia negra pronto se hizo notar, Extraño se volvió huraño y orgulloso, pronto fue acusado de mala praxis y le fue retirada la licencia para ejercer la medicina. Fue entonces cuando volvió a entrar en escena Mordo, que le ofreció un puesto al servicio de Dormammu, aspirando a obtener poder Extraño aceptó y gracias a sus habilidades innatas, pronto se convirtió en un hechicero mas poderoso y hábil que Mordo, hasta el punto que Dormammu le ordenó que matara a su compañero a cambio de darle a él todo el poder. El Anciano, viendo presente la amenaza de Dormammu y como había conseguido poner de su parte a los dos discípulos mas dotados del planeta, reunió un cónclave de los mayores magos del planeta, los llamados Magos Blancos, algunos de ellos planeaban pedir ayuda a Eternidad para que equilibrara la balanza entre el bien y el mal, pero el Anciano, sabedor del peligro de convocar a dicha entidad cósmica, se negaba.

Avisado por sus espías, Extraño marchó al lugar de reunión donde se enfrentó a los magos, los cuales se protegieron formando un escudo místico uniendo sus poderes. En medio del combate sin embargo, algunos de los magos vieron vacilar su convicción y comenzaron a convocar a Eternidad, entonces todos ellos se vieron arrastrados al reino de Eternidad, allí Extraño se enfrentó cara a cara con la entidad cósmica mas poderosa del Universo, una entidad ante la que ni él podía prevalecer.

Eternidad leyó el aura de Extraño viendo su potencial místico para hacer el bien, viendo que el hechicero había decidido malgastar su poder haciendo el mal, Eternidad lo despachó con cajas destempladas. Furioso por haber sido ninguneado por Eternidad, Extraño juró vengarse de la entidad cósmica, aunque Dormammu se negó a ayudarle ya que no quería enfrentare a alguien tan poderoso como Eternidad. La oportunidad le llegó al Extraño cuando el Anciano le hizo llegar el Ojo de Agamotto, con él Extraño tenía poder suficiente para derrotar a Dormammu.

Extraño pensó que se trataba de una treta del místico para ganarse su favor y que no acabara con ellos pero el Anciano tenía otro propósito ya que estaba seguro que el Ojo de Agamotto acabaría mostrándole a Extraño su verdadero camino en la vida. Así, cuando Extraño volvió a enfrentarse a los místicos usó el Ojo de Agamotto para atacar al Anciano, pero el Ojo tenía la habilidad de mostrar a la gente tal como era y Extraño quedó deslumbrado por que el artefacto místico le mostró la pureza del alma del Anciano y Extraño fue incapaz de matarlo aunque si logró incapacitarlo.

Dejando atrás a los místicos, Extraño se dispuso a enfrentarse a Eternidad, entonces Dormammu decidió apoyar a su discípulo ya que no quería perder a un peón tan poderoso, y le proveyó de poder místico para combatir a la entidad cósmica. Sin embargo, Eternidad hizo lo propio, dotándole de poder con el que podría derrotar al señor de la dimensión oscura.

Convertido en foco de dos fuerzas místicas inmensas, llegó un momento en que Extraño podía acabar tanto con Eternidad como con Dormammu, en función del bando que escogiera. Finalmente, tanto el Anciano como Eternidad demostraron que tenían razón, y el potencial para hacer el bien de Extraño acabó prevaleciendo, ya que escogió usar el poder para derrotar a Dormammu. Acabada la batalla, Extraño rogó al Anciano que le aceptara como su pupilo, el Anciano aceptó y con el tiempo se convertiría en el Doctor Extraño y se convertiría en el Señor de las Artes Místicas.