Judan Miranda

Judan Miranda era el oportunista alcalde de Potega, una pequeña población situada en un paso estratégico de Centro América. Cuando estalló una guerra civil promovida por la CIA, los ejércitos opuestos de los dos bandos atacaron la población, ya que quien se hiciera con su control podría inclinar la guerra a su favor. Enviado por el Holandés Errante el Exterminador de Demonios llegó al pueblo y lo defendió de los ataques. Tras ponerlo a salvo, Miranda decidió organizar una fiesta popular para festejar la victoria. Durante la cena una hermosa chica llamada Maria sirvió bebida a Payne y Miranda le dijo que podía pasar la noche con ella si quería que la familia no diría nada. Enfurecido Payne golpeó a Miranda, pero perdió la concentración revelando su traje que mantenía oculto a los pueblerinos, lo que hizo que varios de ellos sintieran miedo ya que eran gente religiosa y pensaban que estaba relacionado con el demonio. Unos días más tarde, Miranda se encontró con los Coroneles Ramirez y McCloskey, quienes habían obtenido trajes de combate tras vender sus almas a Mefisto. En parte obligado por ellos y pensando también que podía ser beneficioso para él, Miranda delató el lugar en el que se encontraba el Exterminador de Demonios. Los militares lanzaron varios misiles contra la casa que voló por los aires, pero únicamente hirió de gravedad al Padre Perone y Payne salió indemne. Miranda se acercó corriendo hacia el cura, quien se dio cuenta de la traición de Miranda al verle los ojos. Con su último aliento le pidió que confesara al pueblo lo que había hecho, pero Miranda mintió acusando a Payne de lo ocurrido, quien tuvo que escaparse. Los dos Coroneles entraron en Potega y el alcalde los presentó como los liberadores de la opresión del Exterminador de Demonios y propuso festejarlo. Los militares tenían otras ideas y se pusieron a dispara indiscriminadamente destrozándolo todo {M/CP 46~ 48}.