Balthazar

Vera Gemini invocó al demonio Belathauzer como parte de sus maquinaciones para el Xenogénesis, el renacimiento de una raza de demonios sobre la Tierra. Como parte de su plan, Vera capturó a gente de todas las partes del mundo para utilizarlos como huéspedes para Belathauzer y su raza de demonios y así poder infiltrarse en la sociedad humana. Pretendías de esta forma fomentar el miedo y la violencia debilitando a los hombres para que pudieran ser derrotados con facilidad cuando llegara el momento de realizar un ataque frontal y tomar el control de la Tierra. Belathauzer tomó la forma de un comandante de las Fuerzas Aéreas norteamericanas. El Exterminador de Demonios se unió a los Defensores para detener la Xenogénesis. Engañando a los soldados del portaaviones que dirigía logró poner en fuga a los Defensores y prosiguió su camino hacia México. Vera Gemini pretendía usurpar a los otros señores demoníacos el control de la Tierra, pero la Gata Infernal utilizó la Capa de Sombras robada para expulsar a Vera Gemini extradimensionalmente, mientras que el Doctor Extraño y Halcón Nocturno< cerraron el portal hacia el reino demoníaco expulsando a los demonios {DEF 59~60}.

Belathauzer, que ahora se hacía llamar Balthazar, logró permanecer en la Tierra junto a sus demonios, así que tendió una trampa al Exterminador de Demonios al que atrajo a un bar infestado de demonios travestidos de soldados. Tras hacerle beber un brebaje que lo privaba de sus poderes psíquicos, Balthazar y los demonios atacaron al antiguo Defensor. Usando la Capa de Sombras intentó huir, pero los demonios se internaron el ella y le dieron caza. La lucha prosiguió hasta los Confines de la Tierra de los Muertos, donde el Exterminador de Demonios encontró estatuas de antiguos Defensores y sacó de su Capa de Sombras a Colmillo de Dragón. Con la espada de la Valquiria pudo derrotar a los demonios y matar a Balthazar al que dejó literalmente en los huesos {M/CP 37/4}.

La cabeza de Balthazar se manifestó poco después al Exterminador de Demonios advertiéndole sobre el peligro que suponía el Holandés Errante, o tal vez solo fuera una alucinación creada por su propia mente {M/CP 46/2}.