Iridia

Iridia era una inhumana acomplejada por su fealdad. Su aspecto era grisáceo y mustio, y su piel estaba cubierta de furúnculos, manchas y arrugas. Un día solicitó audiencia con Rayo Negro y pidió al rey de los Inhumanos que la permitiera ser expuesta a las Nieblas Terrígenas, aunque sabía que no era merecedora de tal privilegio. Gorgón se enfureció con Iridia, indignado por el hecho de que se atreviera incluso a sugerir profanar las sagradas nieblas con una petición basada en su vanidad. Medusa hizo callar a Gorgón en nombre de Rayo Negro, e Iridia fue conducida para someterse a la Terragénesis.

Rayo Negro administró la niebla, mientras los otros inhumanos se extrañaban de que utilizara una cantidad tan elevada de Niebla Terrígena. Una vez que la bruma se disipó se pudo ver que Iridia había sido transformada en un apestoso amasijo de materia marrón. Los inhumanos preguntaron a Rayo Negro por qué había ido tan lejos como para matarla, pero él no contestó. Daba la impresión que hubiera querido castigarla por pedir ser expuesta a las Nieblas. Sin embargo, la materia marrón no era en lo que se había convertido Iridia, sino que era en realidad un capullo, que cuando se abrió dejó salir a Iridia transformada en una preciosa mujer rubia provista de unas hermosas alas de mariposa {INH 1}.

Tiempo después, Attilan sufrió varios terremotos causados por un extraño monolito, y Medusa decidió que la Familia Real pidiera ayuda a los Cuatro Fantásticos para resolver el misterio. Mientras estaban fuera, un cometa cayó del cielo y hubiera aplastado a Iridia si no hubiera sido por su nueva capacidad para volar. Leonus no tuvo tanta suerte, y recibió el impacto del cometa en el pecho, quedando cubierto de una extraña aura verde. El cometa había sido enviado por los kree, y Leonus quedó bajo su control, aunque Iridia no se dio cuenta en ese momento de lo que había ocurrido con su compañero. Sin embargo, preocupada por Leonus, le siguió y le descubrió dirigiéndose hacia la celda en la que estaba recluido Máximus el Loco. Leonus tocó a su centinela, que también quedó cubierto por el aura verde, y entre los dos liberaron a Máximus, que inmediatamente ofreció sus servicios a sus liberadores kree.

Máximus y sus seguidores capturaron a Cristal y Mercurio, amenazándoles con un cañón. Iridia entonces decidió avisar a Rayo Negro y la Familia Real para que no fueran sorprendidos cuando regresaran a Attilan. Cuando Máximus se dio cuenta, apuntó el cañón hacia ella y disparó, alcanzándola, e Iridia cayó herida de gravedad. Afortunadamente, algunos inhumanos que habían escapado de Máximus la encontraron y cuidaron de ella en una cueva en las montañas. Allí recibieron a otros refugiados, incluyendo a Mandíbulas, Tritón y Karnak, cuando Rayo Negro se rindió a Máximus. Iridia explicó a Tritón y Karnak cómo había sido liberado Máximus, y esa información ayudó a la Familia Real para derrotarle {INH 5}.

Iridia era requerida para cuidar de Luna, la hija de Cristal y Mercurio, cuando la Familia Real tenía que enfrentarse a alguna amenaza peligrosa, como en la ocasión en que Máximus controló mentalmente a Mercurio para que raptara a Franklin Richards {XF@ 2}. Lo último que se sabe de Iridia es que cuando los Inhumanos se trasladaron a Nueva Attilan, ella siguió a la reina Medusa a su nuevo hogar.