Bruja

Bruja era uno de los demonios al servicio de Mirada Mortal, los Hijos de la Muerte, a cambio de los poderes sobrehumanos recibidos necesitaba alimentarse de las almas humanas {SOV 6-FB-BTS}. Mirada Mortal volvió a reclamar sus servicios cuando decidió desmantelar la organización que había creado después de varios enfrentamientos contra el Motorista Fantasma. Para evitar dejar cavos sueltos, se infiltró junto a Troll en la comisaría donde estaban encerrados sus ninja y los mató a todos {GR3 23}. Su siguiente objetivo era Resplandor, secuestrándolo de la habitación del hospital donde se recuperaba de las heridas infringidas por el Motorista Fantasma. Encerrado en una habitación de la sede de Contratistas Internacionales Ilimitados, Mirada Mortal planeaba alimentarse de gran número de gente para reunir la energía suficiente para derrotar al Motorista Fantasma. Pero éste detectó la muerte de inocentes y atacó el edificio. Aunque Bruja intentó luchar contra el Motorista, no era rival para él en el estado enfurecido en el que se encontraba. Usando su cadena, el Motorista Fantasma atravesó a Mirada Mortal con ella haciendo que explotara toda la energía vital que había acumulado provocando así la destrucción del edificio {GR3 24}. Bruja y Troll lograron sobrevivir refugiándose en una escalera contraindencios y encontraron el cuerpo sin vida de su jefe que ocultaron entre los escombros del edificio {SOV 4-FB-BTS}.

Semanas más tarde, Bruja y Troll se estaban alimentando de un transeúnte en medio de la calle cuando un furgón blindado de Guardianes de la Bóveda los descubrió. Dos agentes federares bajaron del vehículo atacándolos, pero Troll y Bruja se alimentaron de ellos a través de sus armaduras. El ataque causó que el furgón se estrellara y su prisionero, Veneno, escapara de él. Obsesionado con acabar con los asesinos por la muerte de los dos agentes, Veneno decidió ir tras ellos {WOSM 94}. Sabiendo que había sido un error matar a los dos Guardianes, Bruja y Troll decidieron abandonar el edificio e ir en busca del resto de los Hijos de la Muerte. Como Bruja estaba muy débil necesitaba alimentarse al descubierto, lo que atrajo al Motorista Fantasma y John Blaze. Al ver llegar al Motorista, Troll arrancó una tubería del suelo e hizo caer su moto. Aunque intentaron encontrar refugio en un edificio cercano, Blaze y el Motorista les dio alcance. Durante la lucha que se produjo, Bruja mesmerizó a Blaze y estuvo a punto de arrancarle el corazón, pero el Motorista Fantasma lo impidió. Acto seguido consiguieron escapar con la ayuda de los Hijos de la Muerte {SOV 4}. Veneno, el Motorista Fantasma y Blaze fueron tras ellos, ya que sabían de la existencia de un grupo de mendigos prisioneros. A la persecución no tardó en unírseles también Spiderman, quien había escapado a las alcantarillas perseguido por Demoduende y Doppelganger {WOSM 95; SOV 5}. Tras varias persecuciones bajo tierra, finalmente los Hijos de la Muerte lograron capturar a Veneno, Blaze y el Motorista. Pero Bruja estaba débil y hambrienta y quería alimentarse de Blaze, pero Troll lo evitó ya que necesitaban la energía de su prisionero para resucitar a Mirada Mortal. Acto seguido los Hijos de la Muerte animaron el cuerpo inerte de Mirada Mortal. Pero antes que pudiera alimentarse de Blaze, llegó Spiderman con varios Guardianes y ayudó a detenerlos. Atrapados por la cadena infernal del Motorista Fantasma, él y Blaze decidieron llevárselos para entregar a sus prisioneros al Doctor Extraño {SOV 6}.

Pero cuando el Motorista Fantasma y John Blaze llegaron hasta Dover, en Nueva Jersey, donde la Feria Quentin estaba acampada, el asentamiento fue atacado por las Hordas Estigias y Viendo de Acero junto con su hermana Venganza de Acero. La lucha fue interrumpida por Mefisto, quien se llevó al Motorista Fantasma y la John Blaze a su reino infernal {SOV 7}. Viento de Acero y Venganza de Acero se llevaron a Troll, Bruja y Mirada Mortal ante Centurius, quien ordenó a Tallador que se hiciera cargo de los prisioneros. Se ignora que hizo con ellos, pero solo Mirada Mortal ha vuelto a ser visto con vida {SOV 9}.