Dahran

Poco se sabe de la historia pasada y reciente de Dahran, un pequeño país africano. Entre lo poco que se conoce, esta que hay dos tribus mayoritarias, los Ngare y los Mangetu, siendo, ya en nuestros tiempos la primera de ellas la mas numerosa. Como en otros países de la región, pronto Dahran se vio asolada por las guerras tribales, en que los Ngare intentaban exterminar a las etnias rivales mediante sangrientas limpiezas étnicas. Ante la pasividad de Occidente, cinco años de brutales guerras tribales causaron millones de muertos, un millón según los informes oficiales y más de tres según organizaciones no gubernamentales que se encontraban en la región.

Entre estas organizaciones se encontraba Médicos Sin Fronteras, que veían impotentes como los Ngare pasaban de utilizar rifles, machetes y cuchillos para sus matanzas a usar morteros, lanzacohetes y bombas que compraban ilegalmente a otros países mientras que la respuesta de la ONU era ambigua, dividida entre los que no querían intervenir y los que abogaban por armar a los Mangetu para que pudieran defender sus vidas, pero nadie parecía estar dispuesto a detener la guerra.

En este escenario, Médicos sin Fronteras apenas si pudo crear campos de refugiados a donde los Mangetu acudieron en masa, para intentar prestar su ayuda. Sin embargo, los Ngare no estaban dispuestos a permitir que una organización extranjera les impidiera seguir sus matanzas, y los campos de refugiados eran atacados a menudo, esto llevo a la organización a contratar mercenarios extranjeros para defender los campos, pero su numero era tan escaso que apenas si podían mantener el orden en el interior.

Entre estos mercenarios se encontraban tres extranjeros, Rolf Mueller, Leo Kinkaid, Trevor Newly, que sin conocerse previamente acudieron voluntariamente a Africa y pidieron ser transferidos a un campo en concreto, el Campo de Refugiados de Umeme Mungu, cuya traducción era Dios del Rayo, además de mercenarios, lo que mas acuciaba a Médicos sin Fronteras era la falta de médicos, por ello, el director del campo, Erns Lereaux, marchó a los Estados Unidos para buscar médicos voluntarios. Uno de los médicos a los que entrevisto era Donald Blake, que sin saber por que razón, se vio impelido a marchar a Africa.

El primer día de Blake en Dahran y en el campo de refugiados de Umeme Mungu fue bastante agitado, después de todo un día atendiendo a decenas de enfermos y heridos, fue testigo del ataque de un grupo de Ngare contra el campamento y como los mercenarios, pese a estar ampliamente superados en numero, se disponían a repelerlos. Pero lo que los Ngare no habían tenido en cuenta, era que Donald Blake tenía un alter ego, Thor, que decidido a no permanecer impasible ante la matanza que estaba teniendo lugar ante sus ojos abandono su identidad mortal y puso en fuga a los atacantes.

Acabada la batalla, Thor se mostró admirado del valor de los mercenarios, y cuando supo que los tres habían acudido a Dahran al mismo tiempo, sin conocerse de nada y que además habían acudido a un campo de refugiados que se llamaba Dios del Rayo, Thor comprendió que había dado con tres de sus perdidos compatriotas asgardianos, en concreto los Tres Guerreros. Usando su poder, Thor devolvió a sus compatriotas a su aspecto divino, tras lo cual se dispuso a liderar un ataque contra los Ngare. Sin embargo, la intervención del jefe de los Mangetu, Ibo Abua, lo impido.

Este sabio anciano dijo acertadamente, que los problemas de Africa tenían que ser solucionados por africanos no por extranjeros, ni aunque estos fueran Dioses, ya que la solución por la que abogaban Thor y sus compañeros era acabar con los Ngare lo que provocaría que estos buscaran vengarse y el ciclo de violencia no acabaría nunca. Ibo Abua en cambio abogaba por encontrar finalmente una forma en que los Ngare y los Mangetu vivieran juntos y en paz, pero temía que hasta que no encontraran esta forma, las guerras no terminarían si no estaban separados.

Viendo la sabiduría de las palabras del jefe de los Mangetu, Thor los acompaño hasta la zona que dividía ambas etnias, e invocando el poder de su madre, la Diosa de la Tierra Gaea, abrió una hendidura que se extendía por toda Dahran separando ambas zonas. Dado que los Ngare carecían de aviones, para atacar a los Mangetu debían pasar meses construyendo puentes por los que atravesar la hendidura o atravesar otros territorios en que sus habitantes les recibirían de manera hostil, por lo que el tiempo que Ibo Abua pedía para solucionar sus diferencias, Thor se lo había dado.

Se ignora el destino de Dahran tras la marcha de los asgardianos y si ambas etnias han sido capaces de solucionar sus diferencias.