Robert Chalmers

El juez Robert Chalmers era un amigo íntimo del industrial Bolivar Trask. De hecho, era la única persona, además de Bolivar que sabía que el hijo de éste, Larry era mutante. Trask quiso ocultar la condición de su hijo a todos, incluso a él mismo, y lo hizo entregándole un medallón a Larry, y haciéndole jurar que no se lo quitaría nunca. El medallón en realidad era un dispositivo que anulaba el poder mutante de Larry al mismo tiempo que le hacía parecer humano para cualquier tipo de método de detección de mutantes.

Tras la muerte de Bolivar Trask, el juez Chalmers colaboró con Larry en su proyecto de creación de una nueva generación de Centinelas, ya que éste echaba la culpa a los mutantes de la muerte de su padre. Sin embargo, Chalmers estaba cada vez más preocupado por el odio que movía a Larry, y cuando éste ordenó a sus centinelas capturar a todos los mutantes, el juez acudió a su base secreta en las montañas Adirondacks para hacerle entrar en razón. Larry desoyó sus consejos, y en un arrebato de locura ordenó a los Centinelas que mataran a todos los mutantes. Entonces el juez Chalmers arrebató violentamente a Larry su medallón, con la esperanza de que, al descubrir que él mismo era mutante, desapareciera su odio. Larry recuperó la cordura, y se dio cuenta de lo que había hecho, pero al tratar de rectificar su orden, los Centinelas no le escucharon, pues lo identificaron como mutante, y solo la actuación de Cíclope y la Patrulla-X consiguió terminar con la amenaza Centinela y salvar la vida de los mutantes, incluida la de Larry Trask.

Tras la crisis, el juez Chalmer se hizo cargo de Larry, que había quedado en estado de shock tras descubrir su naturaleza mutante, y le volvió a poner el medallón, haciendo que olvidase todo lo sucedido.