Anya

Anya era la hija del matrimonio formada por Magda y por Eric, este último un mutante capaz de controlar el magnetismo. Pese a que su padre era mutante, Anya nació completamente humana lo que le acarrearía el desprecio de su padre en años venideros.

Tras sufrir el infierno de los campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial, Anya y sus padres sobrevivieron a la guerra y hubieron de recorrer la Europa asolada en busca de un lugar donde volver a comenzar hasta que su camino se detuvo en el pequeño pueblo de Vinnitsa.

Eric gastó sus últimas monedas para alquilar una habitación en una posada, donde quedaron descansando su mujer y su hija mientras él iba a buscar trabajo. Al regresar, encontró la posada ardiendo y a su familia atrapada y a punto de morir quemadas. Eric intentó llegar hasta su familia, pero no podía atravesar el fuego, fue entonces cuando usó sus poderes en público por primera vez para rescatar a Magda y Anya. Tras este incidente, Anya y sus padres fueron a vivir a un apartado castillo situada en una remota montaña. Allí la madre de Anya dio a luz a dos niños gemelos, Pietro y Wanda, de quien la hermana mayor cuidó con cariño en sus primeros años, incluso cuando estos mostraron tener poderes mutantes.

El amor de Anya hacia sus padres era también incondicional, sin embargo Eric comenzaba a ver con malos ojos a su hija mayor debido a que era una simple humana, y tras lo ocurrido en la guerra y en Vinnitsa, Eric consideraba a los humanos como enemigos de los mutantes. La relación acabó de resquebrajarse cuando Pietro decidió huir del hogar paterno donde permaneció recluido, para ver mundo. Como Anya estaba a su cuidado, Eric acusó a su hija de haberle permitido escapar aumentando la distancia entre ambos.

En los años siguientes el desprecio y el odio de Eric hacia Anya fue constante, hasta el punto que la chica llegó a odiar a su padre y a los mutantes con los que se relacionaba. Deseosa de vengarse de su padre, Anya intentó que Pietro regresara para que ambos se enfrentaran, pero no consiguió que Wanda le revelara donde se escondía su hermano, fue por ello que la asesinó, provocando que Pietro regresara al tener noticias de la desaparición de su hermana. Como Anya esperaba, Pietro culpó a su padre de la desaparición de su hermana mientras que Eric culpaba a sus camaradas mutantes. El conflicto terminó con Pietro volviendo a marcharse del hogar paterno dispuesto a mostrar en público sus poderes, y con un extraño accidente en que las esperanzas de Pietro se fueron al traste ya que quedó inválido de cintura para abajo.

Anya aprovechó que Pietro, pese a su condición, seguía buscando a su hermana para hacerle llegar un mensaje en que acusaba a Eric de haber asesinado a su hija. Buscando vengarse de su padre, Pietro llamó a una televisión local a la que llevó a su casa y se encaró con Eric acusándole de haber matado a su hermana. Este lo negó todo pero Pietro no le creyó y le encañonó con una pistola pensando que su padre usaría sus poderes ante las cámaras, mostrando así a todo el mundo su condición de mutante. Pietro disparó pero Eric, que sabía que si mostraba sus poderes en público podría a su familia en peligro tanto a ante los humanos como ante sus “aliados” mutantes, permitió que la bala le alcanzara matándolo. Pietro, al ver que su padre no se había defendido, comprendió cuanto le importaba su familia e intentó ayudarle infructuosamente pidiendo ayuda a Anya.

Pero esta mostró sus verdaderos colores, los de una humana resentida con los mutantes que la habían ninguneado y que acabó confesando que había matado a Wanda para hacer salir a Pietro. El velocista, impotente, quedó a merced de Anya y se ignora si esta ejecutó a su hermano y el destino de la joven después de este episodio.