Obispo

Poco se sabe del Skrull conocido únicamente como el Obispo, de hecho se desconoce hasta su nombre Skrull. Como la mayor parte de su raza, el Obispo siguió a la Reina Veranke en dirección a la Tierra, donde las profecías señalaban que los Skrulls encontrarían un nuevo hogar. Los Skrulls habían combatido antes a los terrestres siendo derrotados, se desconocen los detalles pero parecen haber tenido desagradables encuentros con Tony Stark y Reed Richards, a los que denominaban “el mecánico” y “el científico”. Por ello esta vez diseñaron una estrategia en que se infiltrarían en el ejército y los órganos de poder, así como en los distintos grupos de héroes que, englobados en la Iniciativa, se extendían por todo el país. La propia reina Veranke adoptó el aspecto de Spiderwoman infiltrándose en los Vengadores mientras que el Obispo permanecía en la base de los Skrulls. En un momento dado, se produjo el regreso a la Tierra de Hulk, el cual había sido expulsado de la Tierra por Richards y Stark y ahora buscaba vengarse. Tras derrotar a Tony y a Richards así como a los héroes que le salieron al paso, parecía que nada podía derrotar a Hulk. El Obispo pidió al Comandante al mando que le dejara enviar un grupo para rescatar a la Reina pero este se negó ya que esto significaría sacrificar a sus agentes infiltrados.

En la Tierra mientras tanto, Stark decidió, como último recurso, combinar los rayos contenidos en los satélites que orbitaban el planeta. Debido a la urgencia de la batalla, ninguno había sido capaz de medir los efectos de los rayos combinados y eso fue su perdición. Y es que el uso brutal de los rayos de los satélites combinado con las energías que emanaban de Hulk provocaron una enorme explosión radiactiva que destruyó Nueva York convirtiéndola en un cráter radiactivo donde todos murieron, civiles y numerosos súper hombres que habían acudido a combatir a Hulk, incluida Veranke. Irónicamente, el coloso esmeralda no murió pero viendo la destrucción que había provocado prefirió quedarse en las ruinas de la ciudad.

El Obispo fue testigo de la muerte de su Reina así como la de muchos de los héroes terrestres, entre ellos sus más temidos enemigos. Entonces dio un paso al frente y afirmando que la llegada de Hulk (al que llamó el Profeta Verde) y la aniquilación de sus enemigos era una señal de su Dios que les indicaba que la hora de la invasión había llegado, logró imponerse a la facción militar y asumir el mando de los Skrulls. Liderados por el Obispo, la flota Skrull atacó la Tierra y los alienígenas infiltrados destruyeron a los héroes supervivientes, provocando que solo unos pocos lograran escapar agrupándose en los Vengadores, que apenas podían lanzar pequeños ataques, como liberar a algunos de los héroes suplantados, que no preocupaban al Obispo y los suyos los cuales colocaron su base en Nueva Satriani, donde antiguamente se alzaban las Vegas.

Sin embargo, algunos líderes Skrulls si se preocuparon cuando Hulk se unió a los Vengadores, aumentando el poder del grupo rebelde que liberó varios campos de prisioneros aumentando sus filas en varios cientos. Pero el Obispo tenía un malévolo plan ya que había colocado un infiltrado en las filas de los Vengadores, el cual, aprovechando que todos los rebeldes se habían reunido en vísperas de la batalla final, lanzó una bomba genética que destruyó a los humanos excepto a Hulk.

El Obispo pensó que había triunfado, los Skrulls dominaban la Tierra y los terrestres habían sido exterminados a excepción de Hulk, al cual el Obispo seguía considerando su Profeta. Pero este pensamiento comenzó a cambiar, cuando el coloso esmeralda convocó a Galactus para que consumiera la Tierra. El Obispo murió dudando sobre si había interpretado correctamente las señales, ya que al haber creído que Hulk era el Profeta, había provocado la destrucción de su raza