Estado vampírico

Después que el cazador de vampiros conocido como Blade fuera engañado para revivir a todos los vampiros, su líder, Drácula, en vista del enorme número de sus compatriotas decidió crear un nuevo hogar donde su raza pudiera vivir. Por razones desconocidas escogió Gran Bretaña pese a que este era el hogar de algunos de sus mayores enemigos como el propio Blade o el fallecido Quincy Harker. Para hacerse con el control de la isla, Drácula usó su fuerza de voluntad para imponer obediencia a aquellos vampiros que no comulgaran con sus ideas.

Además de la presencia de Blade en Gran Bretaña, la isla estaba protegida por un hechizo urdido por una vieja amiga de Harker, Diana Hetherington, que usando el cráneo del fallecido Quincy extendió la prohibición a los vampiros de entrar a ninguna casa sin haber sido invitados, para que abarcara todas las islas. Si quería conquistar Inglaterra, Drácula tenía que encontrar el lugar donde el cráneo estaba oculto y para ello comenzó a maquinar de manera oculta, ya que solo un reducido número de vampiros cumplían el requisito de haber sido invitados a entrar en las islas.

Estos vampiros se infiltraron en los puestos de poder del país, en sus fuerzas armadas y en sus servicios de seguridad, no pudo infiltrarse en el principal grupo de héroes del país como era Excalibur, pero sabiendo la tradición de los Caballeros Negros de defender las islas, maquinó para que sus agentes robaran la espada de ébano del Caballero Negro de la actualidad (Dane Whitman) y la sustituyeran por una espada mística que alimentaba la sed de sangre de su portador, permitiendo a Drácula aumentar sus filas. El señor de los vampiros también pensaba utilizar a Spittfire, miembro del grupo de héroes y que era de condición vampírica, para ello enviaría al hijo de esta, Kenneth, que era también vampiro, para atraerla. Para aislar a las islas e impedir que recibieran ayuda, sobre todo por parte de los Estados Unidos, Drácula hizo un pacto de no agresión con el Doctor Muerte. El latveriano formaba parte de una cábala formada entre otros, por Norman Osborn, que en ese momento dirigía los recursos super humanos del país. Mediante esta alianza, el señor de los vampiros esperaba mantener lejos de “su isla” a los héroes americanos.

Fue entonces cuando los vampiros tuvieron un golpe de suerte, ya que el líder del MI13, Pete Wisdom, abrió la puerta mística que comunicaba Inglaterra con reinos habitados por seres mágicos, entre ellos hordas demoníacas malignas. Pese a que normalmente los vampiros rehuían la magia, Drácula comprendió que la importancia de la empresa en que estaba enfrascado era tal, que debía superar sus reticencias y urdió una alianza con dos de los demonios que entraron en el país, el Capitán Destino un fantasma que había poseído al Sheriff John Daltry mediante la Espada de Magus y Lilith, una bruja demonio. Precisamente Lilith usó su magia para trasportar el castillo de Drácula hasta la Luna y proteger a los vampiros del efecto mortal del sol, también combinó su magia con la del Capitán Destino para hacer el barco de este, la Corona Serpiente, lo suficientemente grande para albergar a todo el ejército de Drácula.

Poco después, el Opus Dei, una rama militar de la Iglesia, descubrió la Espada de Ebano oculta en una guardia de vampiros en Iraq, cuando Whitman supo que la espada que portaba no era la verdadera, reclamó su espada aunque para ello tuvo que marchar hasta Wakanda. Cuando los agentes de Drácula le informaron que el Caballero Negro había recuperado su espada, y que Blade se había unido al grupo, el señor de los vampiros decidió que había llegado el momento de atacar.

Simultáneamente, envió a Kenneth para intentar atraer a Spittfire, lanzó una serie de ataques contra los demás miembros de Excalibur y él mismo marchó a casa de Yusuf y Farida Hussein, padres de Faiza y portadora de la espada Excalibur, a la que Drácula temía mas que a la Espada de Ebano. Pese a que los Hussein estaban protegidos por dos operativos superhumanos del MI13, Drácula pudo llevarse a Yusuf y a uno de sus guardaespaldas, Killpower, pero no pudo hacerse con Farida ante la oposición de Mottormouth. Así, mientras sus enviados intentaban acabar con los miembros de Excalibur, el señor de los vampiros se reunía con Spittfire y Kenneth, usando su poder para imponer su voluntad sobre Jacqueline. Pero esta logró resistir el ataque, pero fingió estar bajo control de Drácula para infiltrarse en sus filas.

El resto de miembros de Excalibur se reunió tras el ataque, solo para descubrir que las filas de los servicios secretos estaban infiltradas por vampiros. Tras llevar a cabo una purga de vampiros, uno de ellos deslizó una palabra antes de morir, “cabeza”. Muchos no lo entendieron pero si lo hizo Blade, que supo que hablaban del cráneo de Harper. Fue por ello que Excalibur marchó al encuentro de Diana Hetherington para asegurarse que el cráneo estaba a salvo, esto era lo que esperaba Drácula que siguió a los héroes hasta casa de la hechicera y cuando esta sacó un cráneo, lanzó su ataque y lo destruyó. Pero lo que el señor de los vampiros desconocía, era que el grupo encabezado por Wisdom había sido prevenido por Spittfire y habían escondido el verdadero cráneo, de modo que mientras Drácula pensaba que los vampiros tenían permitido el acceso a Inglaterra, la verdad era que la barrera que destruía a aquellos bandidos que querían entrar en las islas seguía vigente.

A partir de entonces, los esfuerzos de Wisdom y los suyos se centraron en ocultar a Drácula el hecho que la barrera

seguía alzada. Drácula y sus fuerzas abandonaron, después de aislar mágicamente Inglaterra del resto del mundo, la Luna a bordo del barco del Capitán Destino, el demonio llamado Plotka (prisionero del MI13), colaboró con los héroes usando sus ilusiones para engañar a Drácula, cuando el señor de los vampiros superó las ilusiones, el MI13 lanzó un ataque contra el barco, apoyados por el ahora libre Killpower y Spittfire que abandonó su fachada.

Los héroes desarmaron al Capitán Destino, liberando al sheriff Daltry de la posesión y abandonando el barco, sin el Capitán Destino para mantener el barco, tuvo que ser Lilith quien mantuviera el navío unido mediante medios místicos.

Ahora, sin Lilith para proteger a los vampiros, Drácula y sus seguidores se prepararon para entrar en Inglaterra, solo para chocar contra la barrera, que desintegró a los vampiros que lo tocaban. El señor de los vampiros ordenó una retirada hacia la Luna, pero los héroes no estaban dispuestos a dejarle escapar, el MI13 y otros héroes asaltaron la Luna para acabar con los vampiros mientras que Blade y Unión Jack localizaban y destruían el refugio de Drácula.

Con sus vampiros muriendo a su alrededor y con su hogar destruido, Drácula intentó escapar, pero tuvo que hacer frente, espada en mano al Caballero Negro y a Faiza Hussein, el señor de los vampiros logró desarmar a Whitman, pero cuando se enfrentó a la mujer, esta logró atravesar su corazón con Excalibur matándolo y poniendo fin a la amenaza de los vampiros sobre Inglaterra.