Wilhite

Se ignoran los submarinos que había comandado el Capitán Wilhite antes de convertirse en el nuevo comandante del USS Sea Wolf después que su anterior comandante, el Capitán Simon Savage, se convirtiera en el líder de los Leathernecks. Wilhite se hizo cargo del submarino y poco a poco, la tripulación del navío se fue renovando de modo que quedaron pocos marinos de la época de Savage, se ignoran las misiones en que tomó parte pero en vista de su escasa experiencia, no tuvo muchas ocasiones de entrar en combate.

En un momento dado y a petición propia, Savage volvió a ser transferido al USS Sea Wolf de nuevo como comandante para una misión de reconocimiento, lo que relegó a Wilhite al puesto de segundo de a bordo para su descontento, así se lo hizo saber a Savage, clamando que no conocía a la nueva tripulación y le pidió que actuara como observador y le dejara seguir como comandante, pero el capitán no atendió a sus razones ya que era una orden directa del alto mando y que era a ellos a quienes debía pedir explicaciones.

La misión continuó y finalmente el USS Sea Wolf localizó el convoy enemigo, pero no era un convoy normal, sino el mayor que jamás nadie a bordo del submarino hubiera visto, Wilhite opinaba que debían huir pero Savage decidió permanecer el mayor tiempo posible para hacer un recuento lo mas exacto posible del número de embarcaciones enemigas, Wilhite así lo hizo y cuando la situación estaba a punto de ser desesperada, Savage dio la orden de llevar el navío hasta las profundidades, apagar los sistemas y guardar silencio para evitar ser detectados. Por desgracia, Wilhite tropezó y un sonoro ruido reverberó por todo el mar hasta ser captado por uno de los destructores japoneses que navegaba sobre ellos, el cual opinó acertádamente que tenían debajo de ellos un submarino aliado. El capitán del destructor ordenó lanzar varias cargas de profundidad que si bien no dañaron el submarino, si convenció a los americanos que habían sido localizados.

Savage dio dos órdenes, primero ordenó que Wilhite fuera confinado en sus habitaciones y después ordenó lanzar a través de los tubos lanzatorpedos toda la basura, ropa y aceite que pudieran para intentar engañar al destructor haciéndole creer que habían sido destruidos, pero antes de poder cumplir la orden, la onda expansiva de una de las cargas de profundidad provocó que Savage se golpeara la cabeza quedando inconsciente. Wilhite asumió el mando y pese a que no revocó la orden de Savage, si ordenó preparar los tubos ya que si los japoneses no se tragaban el engaño, decidiría lanzar un ataque contra el convoy. Uno de los marinos, sabiendo que estas órdenes eran un suicidio ya que aunque pudieran acabar con el destructor esto revelaría su posición al resto del convoy, intentó desesperadamente despertar a Savage.

Este recobró el sentido y, aunque profundamente mareado, dio una contraorden desautorizando a Wilhite el cual todavía intentó hacer prevalecer su mando, pero Savage se impuso finalmente ordenando a Wilhite que se encerrara en sus habitaciones y a continuación ordenó ascender a la superficie para evitar las cargas de profundidad, a continuación esperó todo lo posible mientras el destructor se lanzó directo hacia ellos para embestirles, en el último momento, y cuando el convoy estaba demasiado lejos para detectarlos, Savage ordenó disparar dos torpedos que acabaron con el destructor permitiendo al USS Sea Wolf escapar.

No se han vuelto a tener noticias del Capitán Wilhite ni las consecuencias que tuvo su insubordinación.