Amy

Amy era una prisionera de los Campos de Concentración del Cráneo Rojo en Genosha. Mientras estaba transportando un contenedor con comida junto con otra prisionera las dos fueron abordadas por Magneto, quien se había infiltrado en el campo de exterminio para matar al Cráneo Rojo. Magneto destruyó el collar inhibidor de poderes de Amy, pero su compañera le dijo que no rompiera el suyo. Tenía miedo a lo que pudieran hacerse si la descubrían sin él. Amy mostró a Magneto que sus poderes eran solo crear ilusiones menores, pequeños hologramas en las palmas de sus manos. La chica le contó como escuchaban la voz de Charles Xavier en sus cabezas. Antes de separarse Magneto le dijo a Amy que no eran los poderes los que daban a alguien la fuerza para luchar. Unos minutos más tarde, Amy fue testigo de como Magneto caía bajo el poder del Cráneo Rojo y era hecho prisionero. Antes de ser capturado Magneto le susurró que no interviniera {MAGNETO3 9}.

Finalmente Cráneo Rojo fue derrotado y los prisioneros del campo fueron liberados, sin embargo, la experiencia había sido traumática para Amy que vio como sus poderes de generar ilusiones derivaban a un formato mas oscuro y sus ilusiones, antaño inocentes, recreaban ahora monstruos y seres terroríficos.

En cierto momento Amy siguió a Magneto el cual había retornado a Genosha en un nuevo intento de convertir el lugar en un santuario para los mutantes. Por aquel entonces Amy tenía acceso a la mente de Eric hasta el punto que pudo extraer de la mente del amo del magnetismo la imagen de Herr Hitzig, un oficial nazi con el Magneto había coincidido durante la segunda guerra mundial mientras era prisionero de un campo de concentración.

La imagen creada por Amy causó una serie de asesinatos en la isla hasta que Magneto comprendió el origen del monstruo y pese a todos sus intentos para que Amy controlara su poder, finalmente no tuvo mas remedio que asesinar a la niña para detener las matanzas.