Annette

Poco se sabe del pasado de la niña francesa conocida como Annette mas que un día, junto a su madre, acudió a rezar al templo levantada por los Thoristas, religión que adoraba a Thor después que este trasladara Asgard a la Tierra sobre los cielos de Nueva York, y comenzara a influir cada vez mas en los asuntos de la humanidad.

Annette y su madre contribuyeron activamente en la nueva religión, ayudando y recaudando fondos para levantar un templo en la ciudad de Paris a la que acudían regularmente. Sin embargo, la aparición de una nueva religión provocó el recelo de las demás religiones establecidas, llegándose a enfrentamiento entre diferentes grupos, en uno de ellos, un grupo de protestantes exhaltados prendió fuego a uno de los templos thoristas donde Annette y su madre estaban orando, muriendo la niña debido a la inhalación de humo.

Thor llegó al lugar dispuesto a poner fin a las disputas religiosas, separando a ambos grupos usando su poder para rehacer las iglesias destruidas, entonces la madre de Annette rogó al Dios del Trueno que devolviera la vida a su hija, pese a que Sif le pidió que no lo hiciera, Thor no podía desatender las súplicas de una madre desesperada para que salvara a una inocente cuyo único delito había sido creer en él, por lo que usó la fuerza de Odín para intentar resucitar a la niña.

Sin embargo Thor todavía carecía del control suficiente sobre la Fuerza de Odín para llevar a cabo una hazaña de tamaña envergadura y pese a que devolvió la vida al cuerpo de Annette, no pudo recuperar su alma con lo que la niña quedó como un cascarón vacío, Thor se dispuso a hacer un nuevo intento para curar a la niña pero Sif lo sacó de allí para impedir que siguiera con su locura de plan.

Annette quedó bajo el cuidado de su madre hasta que a Paris acudió un sacerdote que se la llevó para sus propios fines, y es que el párroco tenía una misión, debía intentar conseguir que Thor y los asgardianos abandonaran la Tierra a cualquier precio. El cura llevó a Annette hasta un atolón desierto en el Océano Atlántico donde se reunió con el monarca de Asgard en un último intento porque los dioses nórdicos abandonaran el planeta y cuando Thor se negó, hizo salir a Annette para mostrarle lo erróneo de sus actos.

Pese a todo el Dios del Trueno siguió empeñado en que su presencia en la Tierra era necesaria por lo que el sacerdote no tuvo mas remedio que llevar a cabo su plan hasta las últimas consecuencias, activando una bomba nuclear que destruyó las isla acabando con su vida y con la de Annette aunque para su desgracia no con la de Thor, que en vista del intento de asesinato decidió tomar el control de la Tierra por la fuerza aunque nada de esto vio Annette ya que había muerto en la explosión nuclear.