Mystic Comics vol 1

Durante la época en la que la Tierra era una bola de fuego y magma, el Hombre Dios de la Subtierra era el monarca absoluto del planeta, pero a medida que se fue enfriando su poder disminuyó.

Atraídos por la erupción de un nuevo volcán la pareja de geólogos Bob Roland y su prometida Carol deciden viajar hasta Las Palmas. Al escalar el volcán encuentran una gruta subterránea protegida por una losa de piedra con hieróglifos mexicanos que dicen "La esperanza abandona a aquellos que entran aquí". Pese a las advertencias remueven la puerta y entran en unas cavernas, pero no tardan en ser atrapados por los Hombres Llameantes que los conducen hasta el Hombre Dios de la Subtierra. El gigante ígneo les advierte que van a morir, pero Bob lo convence para que le explique sus razones antes de que lo haga. El Hombre Dios les cuenta que piensa destruir a la humanidad y reclamar la tierra, así que Bob lo convence para que los deje marchar si le dice en que lugar podrá causar más daño a los hombres. El Hombre Dios accede y cuando Bob le señala el lugar más apropiado para romper la corteza terrestre los Hombres Llameantes lo liberan. Pero Bob los ha engañado y abren un agujero que conduce al océano. El Hombre Dios de la Subtierra ordena a sus secuaces dirigir el agua hacia el caldero de vapor, así que provoca una ola gigante que amenaza con engullir Las Palmas. Al ver la trompa de agua, Bob usa un depósito de dinamita para abrir una brecha en el volcán y sacar un río de lava que causa una barrera natural contra el mar evitando así el ataque del Hombre Dios.

Una noche tormentosa un gorila entra en el laboratorio del Doctor Storm. Su fiel perro Rex salta al cuello del gorila dispuesto a proteger a su amo. En medio de la lucha algo se prende fuego y el cráneo del perro empieza a brillar volviéndose feroz. La lucha sigue y los dos animales se matan mutuamente. Fuera se escucha un fuerte golpe y cuando Storm sale ve a un hombre que muy mal herido al estrellarse su coche contra un árbol. Storm decide inyectarle un extracto del cerebro de Rex para intentar salvarlo cuando entran dos gangsters y empiezan a disparar. Es ante la presencia del mal que el hombre se levanta convertido en Terror y dotado de la fuerza y ferocidad del perro y el gorila y termina con los matones. Antes de que pueda aclarar nada de lo que pasa, el profesor Storm muere en sus brazos víctima de un infarto de corazón por todas las emociones sufridas. De esta forma Terror inició su carrera contra el crimen hasta que su transformación dejó de activarse ante la presencia del mal.

Satán le dice que tiene que encargarse de un hombre llamado Garvey Lang, los crímenes que ha cometido hacen que su alma ya esté preparada para entrar en el Infierno.

Atraídos por la erupción de un nuevo volcán la pareja de geólogos Bob Roland y su prometida Carol deciden viajar hasta Las Palmas. Al escalar el volcán encuentran una gruta subterránea protegida por una losa de piedra con hieróglifos mexicanos que dicen "La esperanza abandona a aquellos que entran aquí". Pese a las advertencias remueven la puerta y entran en unas cavernas, pero no tardan en ser atrapados por los Hombres Llameantes que los conducen hasta el Hombre Dios de la Subtierra. El gigante ígneo les advierte que van a morir, pero Bob lo convence para que le explique sus razones antes de que lo haga. El Hombre Dios les cuenta que piensa destruir a la humanidad y reclamar la tierra, así que Bob lo convence para que los deje marchar si le dice en que lugar podrá causar más daño a los hombres. El Hombre Dios accede y cuando Bob le señala el lugar más apropiado para romper la corteza terrestre los Hombres Llameantes lo liberan. Pero Bob los ha engañado y abren un agujero que conduce al océano. El Hombre Dios de la Subtierra ordena a sus secuaces dirigir el agua hacia el caldero de vapor, así que provoca una ola gigante que amenaza con engullir Las Palmas. Al ver la trompa de agua, Bob usa un depósito de dinamita para abrir una brecha en el volcán y sacar un río de lava que causa una barrera natural contra el mar evitando así el ataque del Hombre Dios.