Uncanny X-Men vol 1

Cargill, Unuscione y Milan acuden a Suiza para investigar los rumores acerca de un chico mutante, Simon Hall, que vive solo en la montaña. Lo encuentran recluido en una iglesia abandonada, y durante dos días tratan de convencerlo para que se una a los Acólitos. Al final, el chico sale de la iglesia y le pide a los Acólitos que le den algo en lo que creer, asumiendo el nombre de Neófito.

Los Acólitos capturan a Neófito y le acusan de haberles traicionado ayudando a la Patrulla-X. Coloso se ofrece a defenderlo en el juicio, pero Neófito sabe que le van a condenar diga lo que diga. Mientras, Éxodo castiga a Escáner por haberse atrevido a mirar la cara de Magneto, que sigue en estado catatónico. En el juicio de Neófito, Voght actúa como acusación y relata la traición que cometió, pero cuando Neófito trata de defenderse de las acusaciones, Unuscione pierde la paciencia y lo atrapa con su poder para aplastarlo. Voght le salva la vida, mientras Coloso ataca a Unuscione y comienza una pelea entre los Acólitos. Éxodo pone fin a la pelea, y se retira para "preguntar" a Magneto sobre su decisión. Cuando vuelve y está a punto de condenar a muerte a Neófito, Coloso interviene y dice que Neófito solo siguió el dictado de su conciencia, cosa que el Magneto que él conoció hubiera alabado. Entonces Éxodo dice que la condena de Neófito es el destierro, y lo teleporta a la Tierra. Voght le advierte a Coloso que sus palabras le están ganando la enemistad de los Acólitos. Nadie se da cuenta de que el rostro de Magneto parece esbozar una ligera sonrisa.