Thunderbolts vol 1

Los Thunderbolts están haciendo frente a una horda de zombies en Irak. El Bumerang es apresado por un gran número de muertos vivientes, pero la chica troll lo salva decapitando a los enemigos con su gran hacha. Por otro lado Centurius arranca la cabeza de uno de los zombies para estudiarlo con más detenimiento mientras que el Conmocionador usa sus poderes vibratorios para destruir a la pila de zombies que saltaron encima suyo. Satana por su parte levanta un muro de fuego para mantenerlos a raya.

Uno de los martillos se acerca a toda velocidad hacia la Tierra. Mientras tanto, en la Balsa, uno de los guardias advierte a Cain Marko que le queda únicamente un minuto más de entrenamiento. El Juggernaut está golpeando con furia una de las máquinas de entrenamiento mientras está sumido en pensamientos sobre la posibilidad de que lo dejen fuera de los Thunderbolts y no le den ninguna oportunidad de recuperar el control sobre su vida.

Uno de los guardias se pone en contacto con Walkers para saber si está bien. El alcaide le pregunta por los generadores y el Arreglador, pero éste último se ha ido con los Thunderbolts y el único que queda en la Balsa es el Juggernaut. En el gimnasio, el Juggernaut estira el brazo hacia el mango del martillo respondiendo a una voz que solo él oye. Mientras tanto en las celdas, el Hombre Toro pregunta al Láser Viviente que está ocurriendo cuando de pronto esa parte de la prisión se hunde sobre sí misma.

Los zombies atraviesan la muralla de fuego levantada por Satana, por lo que la mujer concluye que no se trata de criaturas mágicas. En efecto Centurius confirma que los muertos se han animado a causa de una espora que se difunde por el aire. La fuente parece provenir de un obelisco cercano que no tardan en destruir. Pasado el peligro el Arreglador pregunta a MACH-V si ha recibido una transmisión de la Balsa, pero ha estado demasiado ocupado en la lucha. El Arreglador ha sentido como si bloquearan sus sistema de alertas de seguridad. El Fantasma en cambio está en el aire inmóvil absorto por todas las comunicaciones que llegan de la Balsa sobre la transformación del Juggernaut que presumiblemente él está bloqueando. Tras terminar con la amenaza de los muertos vivientes, el grupo se da cuenta definitivamente que ha perdido la comunicación con la Balsa y deciden regresar cuanto antes.

Un grupo de reclusos se abre paso entre los escombros preguntándose quien puede ser el autor del ataque, al ver al Juggernaut le dan las gracias, pero éste no dice nada y se marcha al caer un rayo sobre su martillo. Entre los reclusos se encuentra la Banda de Demolición quienes han recuperado sus armas. Otro grupo con el Hombre Toro, el Amo del Hielo, Sacudida, Brasas y otros prisioneros logran hacerse con el control de varios helicópteros. Otro grupo se dirige hacia el embarcadero, pero se encuentran con los Thunderbolts, quienes han regresado de su misión. Al ver la fuga masiva, los miembros del Grupo Beta se arrepienten de haber aceptado la propuesta de unirse a los Thunderbolts, ahora podrían estar libres, pero Centurius les dice que todavía tienen la oportunidad de encontrar el laboratorio donde les implantaron los nanitas. Pájaro Cantor da la orden de contener y asegurar la Balsa.