Celestial Durmiente

El Celestial Durmiente, también conocido como El Gran Renegado, es uno de los miembros de la enigmática raza de los Celestiales, unos seres cósmicos de poder incalculable, y que han realizado múltiples experimentos genéticos sobre las razas dominantes de muchos planetas, entre ellos la Tierra, a lo largo de los siglos y por todo el espacio.

El Durmiente fue miembro de la Segunda Hueste de los Celestiales, que visitó la Tierra hace siglos, en la era del Gran Cataclismo provocado por los Celestiales como respuesta al ataque de los Desviantes, una rama evolucionada de la humanidad, y creada por los Celestiales hacía siglos, en los inicios de la vida en la Tierra. Según la leyenda, el Celestial Durmiente era el más grande en tamaño de los Celestiales, y posiblemente también el más poderoso de toda la Segunda Hueste, aunque no es probable que fuera más poderoso que Exitar, a quien sólo Arishem el Juez podía convocar.

Según una versión dada por uno de los grandes sacerdotes de los Desviantes, fue el Celestial Durmiente quien solo y sin ayuda creó a la raza Desviante. Al parecer éste fue el gran crimen por el cual sus compañeros Celestiales le castigaron. Sin embargo, más tarde se demostró que los Desviantes fueron creados por Ziran, otro de los Celestiales, y que los propios Celestiales habían creado razas similares a los Desviantes por todo el Universo (por ejemplo los Skrulls), por lo que no es probable que la versión del sacerdote fuera cierta, y el crimen cometido por el Durmiente continua siendo desconocida.

Lo único que se sabe es que en la época que la Segunda Hueste de Celestiales visitó la Tierra, el resto de la Hueste descubrió que el Gran Renegado había cometido un grave crimen "contra la vida misma". Se dice que el Renegado se rebeló contra sus compañeros Celestiales, y se produjo un enfrentamiento entre el Durmiente y el resto de Celestiales, que acabó con la derrota del Renegado en una gran batalla en el espacio exterior. La armadura del Celestial Durmiente, antaño dorada y brillante como la más ardiente de las estrellas, se tornó de un oscuro cercano al negro como consecuencia de la batalla. Los Celestiales se mostraron incapaces de destruir a su renegado camarada, y por ello, por medios desconocidos, le extrajeron toda la energía de su cuerpo y la almacenaron y sellaron en un frasco que únicamente podía ser abierto con una llave única en el Universo. El frasco fue ocultado en el interior de la Pirámide de los Vientos, situada en la Tierra, en las regiones árticas, y cuando la Segunda Hueste partió de la Tierra, se llevaron la llave con ellos. Por su parte, el Renegado o tal vez sólo su carcasa física, fueron enterrados en las entrañas de las Montañas Diablo, en California, donde debía permanecer en éxtasis hasta el final de los tiempos.

Pese a todo, los Celestiales cometieron un error, ya que aunque no podía moverse en su sueño eterno, el Durmiente si podía soñar, y fue en este sueño cuando llamó a sus "hijos", los Desviantes. Estos acudieron en gran número hasta el lugar de su encierro, y construyeron una enorme cripta, con máquinas alienígenas que proporcionaban energía al Durmiente, que debían permitirle alcanzar su poder de antaño. Mientras recuperaba su energía, el Durmiente esperaba su oportunidad para escapar y vengarse de sus compañeros.

Pero mientras ese momento llegaba, en tiempos recientes sucedió otro suceso que apunto estuvo de acelerar el despertar del Renegado. Con ocasión de la visita de la Cuarta Hueste de los Celestiales a la Tierra, el Gran Sacerdote de los Desviantes, Lord Ghaur, logró entrar en la nave nodriza de los Celestiales, y logró copiar la llave que abría el frasco que contenía la energía del Celestial.

Más tarde, apoyado por un ejército Desviante, y aprovechando la lucha entre Kro y el Eterno Ikaris, Ghaur logró hacerse con el frasco que se encontraba en la Pirámide los Vientos, y con la llave abrió el frasco. Así pues, Ghaur absorbió la energía proveniente del casco y adquirió el tamaño y poder de un celestial. Ghaur pensaba que con este poder podría enfrentarse hasta a los demás Celestiales, pero pronto salió de su error, ya que para su horror, el Durmiente se hizo con el control del cuerpo de Ghaur, y lo obligó a viajar a California, para liberar su cuerpo inerte.

Los Eternos, otra raza evolucionada de la humanidad y también creada por los Celestiales, se enfrentaron a Ghaur en el cuerpo del Celestial, y más tarde, apoyados por el grupo de superhumanos conocido como los Vengadores, intentaron evitar que Ghaur liberara al Durmiente. Los Eternos y los Vengadores lograron formar la Unimente, una forma colectiva de gran poder y energía. Con la Unimente, lograron romper en enlace entre la mente de Ghaur y el cuerpo del Celestial, expulsando la mente del Desviante al espacio exterior. De esta forma, el gigantesco cuerpo del Celestial comenzó a perder energía, que volvía al frasco contenedor, los Vengadores y los Eternos lograron contener al poderoso enemigo, hasta que este perdió toda la energía, impidiendo que liberara al Durmiente. Cuando el intento del Durmiente por liberarse fracasó, se supo que los Celestiales habían presenciado sus intentos por liberarse, y presumiblemente, hubieran actuado para impedirlo si los Eternos y sus aliados hubieran fallado, aunque tal vez el precio por la intervención de los Celestiales fuera una nueva guerra que podría haber destruido la Tierra.

El Durmiente provocó la formación de una burbuja temporal que rodeó la Tierra, que impedía viajar al futuro en un periodo comprendido entre diecisiete y treinta y siete años. En el interior de esta Burbuja Temporal, oculto a la vista de sus hermanos, el Durmiente crearía un arma que le permitiría destruir el Universo, acabando así con los Celestiales. El Durmiente planeaba usar a Galactus, el Devorador de Mundos, como instrumento de su venganza. Por medios desconocidos, el Durmiente lograría que el hambre de Galactus, se incrementara de manera geométrica, de tal modo que no se conformaría con consumir planetas para satisfacer su hambre, sino que sería necesario que consumiera el Universo entero. El plan del Durmiente era, que ni siquiera los Celestiales sobrevivirían a la destrucción del Universo. Los planes del Durmiente fueron descubiertos por los 4 Fantásticos, que acompañados de Iron Man y Thor, entraron en la Burbuja Temporal, viajando unos años en el futuro, donde se encontraron a Galactus, dispuesto a devorar el Universo mediante un agujero negro que crearon sus máquinas, que lo atraería hacia su interior.

Los 4 Fantásticos viajaron al Imperio Shi'ar, y allí consiguieron la ayuda de Gladiador, que les permitió usar el arsenal Shi'ar para intentar destruir las máquinas que Galactus debía usar para consumir el Universo. Sin embargo, fue entonces cuando entró en escena el Celestial Durmiente, que destruyó las armas Shi'ar, y apunto estuvo de acabar con los héroes. Éstos lograron escapar, y viajaron a la Tierra, hasta la antigua prisión del Durmiente, y allí, tras enfrentarse a los Desviantes que vigilaban la cripta, la destruyeron, privando al Renegado de su fuente de energía. Tras esto, regresaron al espacio, y allí engañaron al Renegado para que les persiguiera, hacia el lugar donde se encontraba Galactus, en el último momento, los héroes lograron escapar del agujero negro, pero el Durmiente, privado de sus energías de la Tierra, no logró escapar, y sus energías fueron engullidas por Galactus, muriendo aparentemente. Los 4 Fantásticos y sus compañeros lograron detener a Galactus, y regresaron al presente, frustrando de esta manera los planes del Renegado. Se ignora si el Durmiente murió consumido por Galactus, o su destino final.

Cuando los Celestiales supieron que el joven Franklin Richards había salvado la vida de sus padres y otros héroes mediante la creación de u nnuevo y poblado mundo, enviaron a una de ellos, Ashema, a decidir cual de los dos mundos, la Tierra o la Contratierra, debía ser eliminado.

Sin embargo los ruegos de Franklin hicieron que Ashema perdonara la vida a ambas Tierras siempre que los héroes regresaran a sus hogares tras lo cual la miembros de los Celestiales se sacrificó, uniendo su esencia a la de la Contratierra para permitirla vivir aunque al hacerlo su cuerpo quedó en estado inerte.

En ausencia de Franklin y su imaginación para darle forma, el Celestial Durmiente sintió que podría usar sus propios sueños para rehacer a voluntad el planeta, ya que Ashema, con un cuerpo humano puesto que su cuerpo cósmico estaba inerte manteniendo la cohesión del planeta, no podía hacerle frente.

Con el Celestial Durmiente tomando el control de la Contratierra, el planeta comenzó a sufrir catástrofes naturales y sus gentes comenzaron a actuar irracionalmente. Entonces el Doctor Muerte se autoerigio en defensor de la Contratierra, protegiendo a Ashema y reuniendo un ejército con el que oponerse a su cósmico enemigo.

Para hacer frente a la amenaza, el Celestial Durmiente envió al ser simbionte conocido como Divinidad para acabar con el monarca latveriano, pero este logró derrotarla e incorporarla a su ejército nombrándolo uno de sus lugartenientes. El Celestial Durmiente contraatacó tomando el control de otra de los generales de Muerte, la atlante Lady Dorma, mientras esta dormía.

La atlante atacó a Muerte al que intentó asesinar solo para descubrir que la armadura de Muerte la ocupaba Ashema mientras que el verdadero Victor había logrado crear unas máquinas que drenaron el poder del Celestial, lo que permitió transportar la Contratierra desde su dimensión de origen hasta la dimensión donde se encotnraba la Tierra.

Una vez allí, el Doctor Muerte y sus generales unieron fuerzas con los 4 Fantásticos para derrotar finalmente al Celestial Durmiente, enviando su esencia nuevamente a su cuerpo inerte. Sin embago antes de ser expulsado, el ser cósmico como acto de venganza, envió la esencia de Richards al cuerpo del Doctor Muerte tras lo cual selló su armadura, impidiendo que Richards pudiera abandonar dicho cuerpo ni dicho traje.

Cuando el miembro de los Eternos conocido como el Duente urdió un plan para enviar a sus camaradas eternos, con aspecto humano y recuerdos borrados, por todo el planeta, logró engañar a sus compañeros Zuras y Ajak para formar una Uni Mente con la que accedieron al poder del Celesial Durmiente y con dicho poder a su disposición, llevó a cabo sus planes afectando a todos los Eternos del planeta.

Sin embargo poco a poco los Eternos fueron recuperando sus recuerdos y aspecto y uno de ellos, Makkari, se encaró con Duende por el daño causado, ambos combatieron y Duende logró que el eterno velocista entrara en contacto con el Celestial Durmiente activando sus sistemas defensivos y aunque esto provocó que el resto de Eternos recuperaran sus recuerdos, también provocó que Makkari quedara unido al Celestial Durmiente.

Los Eternos intentaron liberar a su amigo pero dos desviantes, Gelt y Morjak, tenían otros planes y era usar el vínculo entre Makkari y el ser cósmico para despertar a este último, el cual emergió de su cripta. Usando el mismo truco que los dos desviantes, los Eternos y los Vengadores usaron el vínculo de Makkari y el Celestial para influir en él, convenciendo al ser cósmico que la Horda había regresado a la Tierra una vez mas atraídos por la abundancia de la energía provocada por su despertar.

Convencido que la llegada de la Horda conduciría a un conflicto entre ellos y los Celestiales y que dicho conflicto destruiría la Tierra, el Celestial Durmiente activó "el Canto" que sumió a los humanos en un profundo sueño y a continuación se sumió en un letargo mientras intentaba modificar la Tierra y los que allí vivían en algo nuevo que no atrajera la atención de la Horda, con el Celestial inactivo, los Eternos deshicieron el Canto y la vida volvió a la Tierra.

El Celestial Durmiente por su parte no regresó a la cripta sino que se instaló en pleno San Francisco, junto al Golden Gate, lo que provocó que se cuadruplicaran las visitas a la ciudad para ver al ser cósmico e incluso provocó que surgieran cultos que adoraran al dios de las estrellas.

Fue bajo la sombra del Celestial Durmiente donde se reunió el consejo formado por los patrones de los panteones de la tierra para dar una respuesta unificada a la amenaza de los Skrulls los cuales, inspirados por sus propios dioses, planeaban invadir la Tierra, borrar las viejas religiones e imponer a sus dioses.

En cierto momento el Alto Evolucionador logró hacerse con una infima parte el conocimiento del Celestial Durmiente como parte de su búsqueda de un modo de devolver a los mutantes sus poderes, arrebatados por la Bruja Escarlata durante el día de M, pese a que no logró devolver sus poderes a todos los mutantes, si logró devolver sus poderes a Magneto.

Mientras, Makkari continuaba unido al Celestial Durmiente, lo que provocó que su salud comenzaba resquebrajarse amenazando con acabar con su vida. Pese a los intentos de Sersi por salvarlo, no pudo impedir su muerte pero debido a otras causas que fueron los celos de Ajak, el tradicional medio de comunicación entre los Eternos y los dioses cósmicos, que envió a Gilgamesh para que acabara con el velocista eterno.

Cuando el Celestial Durmiente notó la muerte de su interlocutor amenazó con volver a despertarse pero Sersi usó supoder para duplicar el poder y aspecto del caido, engañando al ser cósmico que retomó su sueño pero no antes de devolverle la vida a Joey, el hijo mortal de Thena que había muerto durante el conflicto lo que demostró que la unión con Makkari había dotado al Celestial Durmiente de emociones.

De este modo, cuando finalmente la Horda llegó a la Tierra, el Celestial Durmiente permitió a los Eternos formar una Uni Mnente a la cual unió su propio poder, alcanzando de este modo tal poder que fue capaz de diezmar la flota de la Horda antes de su llegada al planeta tras lo cual el giganteso ser abandonó el planeta.