Elianne Turac

Elianne era la hija de Turac, el hombre que asesinó a la esposa de Drácula. El día que el Señor de los Vampiros decidió cobrar su venganza, Elianne se hallaba fuera del castillo, aunque regresó junto a su amante, Aron, cuando la masacre acababa de llevarse a cabo. Una vez en el interior de la fortaleza, vio horrorizada cómo su propio padre se había convertido en un vampiro, al que mató accidentalmente clavándole una lanza en el pecho. Sin embargo, las últimas palabras de éste fueron pedirle como última voluntad que acabase con Drácula costase lo que costase. Un año después, Elianne sacrificó a un niño a dioses paganos para obtener el poder necesario para vencer al Señor de los Condenados. A estas entidades el pago les pareció insuficiente y se llevaron de ella algo más: su alegría, su inocencia, su amor y, finalmente, su vista. Elianne quedó ciega.

Pese a haber perdido la vista, Elianne sobrevivió durante siglos, hasta el 27 de Septiembre de 1974, cuando lideró un grupo paramilitar con la intención de secuestrar a Quincy Harker y así apoderarse de la Fórmula Montesi, el hechizo que podía barrer a todos los vampiros de la faz de la Tierra. Sin embargo, éste no la tenía, por lo que la tortura a la que fue sometido durante casi cincuenta horas fue completamente inútil. Convencida de que Harker tenía la fórmula, decidió pasar de la tortura a la brujería para arrancársela, por lo que se lo llevó a su casa de campo. Durante el viaje, los asesinos a sueldo de Elianne tuvieron un accidente del que sólo Harker y uno de ellos se salvaron. En el momento en que el asesino se disponía a matarle, Drácula hizo acto de presencia y le eliminó. Interesado por la situación, Drácula hipnotizó a su más encarnizado enemigo para saber quién se encontraba moviendo los hilos de la operación. Harker informó a Drácula de la existencia del edificio de la Saracen Associates, lugar al que se encaminó.

Una vez en el edificio, controló mentalmente a una ingeniera eléctrica llamada Ruth Caulderon, a la que envió a desconectar la electricidad del edificio mientras él mismo hacía frente a todo tipo de trampas diseñadas específicamente a destruír vampiros. Una vez la electricidad fue desconectada, Drácula hizo frente a Elianne. Durante la refriega, su actual amante, Stefan, resultó muerto al ser arrojado por la ventana por el Señor de los Vampiros. Finalmente, hipnotizó a Elianne y le mordió el cuello, convirtiéndola en vampiro.

A la mañana siguiente, el inspector Chelm y la detective psíquica Katherine Fraser llegaron para contemplar el escenario de la batalla que había tenido lugar en el edificio Saracen. Fraser usó sus poderes psíquicos para investigar lo que había sucedido a Elianne, que se hallaba inconsciente. Al descubrir la verdad, tomó una estaca y un martillo y otorgó el descanso eterno a Elianne.