Atlez

Se desconoce como fue reclamado Atlez para su puesto como ancla de la realidad, pero se sabe que ejerce como tal desde los comienzos del Imperio Romano (en torno al primer siglo d.C.). Atlez llevó a cabo su responsabilidad sin mayores contratiempos, y esperaba poder enseñar sus funciones a su sucesor antes de su muerte.

Sin embargo, el conflicto de proporciones multivérsicas conocido como la Guerra del Destino causó que ésta naciera tan sólo dos años antes del momento cuando Atlez sabía estaba destinado a morir. Atlez contactó entonces con Adam Warlock para que fuese a buscar a Atleza Langunn, su sucesora, y la llevase con él para así poder instruirla adecuadamente en su tarea.

Pero el conocimiento cósmico fue superior a lo que la mente de Warlock podía soportar, y transcurrieron dos años hasta que su mente fue capaz de recuperarse. De hecho, hubiese sido incapaz de hacerlo de no ser por la inadvertida intervención de Atlez, quien liberó a cinco nihilistas dobles de Thanos, los Thanosi, centrándoles en la búsqueda de Warlock como camino a la destrucción total del universo.

Sin embargo, Atlez había liberado a cinco Thanosi y no a uno, como preveía, y esto causó numerosos problemas. El mismo Atlez estuvo a punto de morir sin recibir a Atleza en sus dominios (causando así la muerte de la realidad 616) de manos del Thanosi conocido como Guerrero.

Finalmente, salvado por Warlock, Atlez transfirió los conocimientos cósmicos necesarios para la educación de Atleza a través de la gema alma de Warlock. Aunque su vida empezaba a declinar, Atlez fue mantenido con vida el tiempo suficiente por la acción del Doctor Extraño y Dragón Lunar hasta que su sucesora llegó a la esfera de anclaje donde residía. Su cuerpo fue depositado respetuosamente en una tumba junto a los sepulcros de sus predecesores.