Atleza

Atleza Langunn nació destinada a ser el ancla de su realidad, sucediendo al alienígena Atlez. Sin embargo, un desequilibrio cósmico causado por la Guerra del Destino causó que naciese apenas dos años antes de su predecesor, complicando así la educación en su cósmica tarea. Además, Atlez fue incapaz de reunirse con ella durante dos años, debido a complicaciones con su mensajero, Adam Warlock.

La próxima muerte de Atlez causó que en el universo apareciesen distorsiones cósmicas (en formas de cubos de nada) que relacionaban a este ser con Atleza. Una esfera de nada envolvió el hogar de Atleza, que poco después se vería atacado por un escuadrón nihilista dirigido por los Thanosi, dobles de Thanos que deseaban destruir el universo.

Finalmente, Atleza pudo ser conducida a la esfera de anclaje de la realidad donde residía Atlez, quien para entonces ya había fallecido. Sin embargo, Atleza aún pudo anclar la realidad 616 gracias a una transmisión de conocimientos que su predecesor había realizado a través de la Gema Alma de Warlock.

A pesar de haber tenido que abandonar a su familia, Atleza no estaba sola, ya que quedó al cuidado de Gamora y Adam Warlock, mientras aprendía a controlar sus poderes con su recién adquirida comprensión. Desde allí detectó el cambio de equilibrio del universo causado por la llegada de Akenatón, la adquisición del poder absoluto por parte de Thanos, y la completa destrucción y reconstrucción de la realidad 616 por parte de este.

Sin embargo, ni ella ni el resto de habitantes de la esfera de anclaje de la realidad sufrieron daño alguno, al encontrarse fuera de esta. Actualmente, Atleza continúa cumpliendo su deber como ancla cósmica, y aunque durante un tiempo fue vigilada de cerca por Gamora y Warlock, al regresar estos a otras ocupaciones, parece ser que ya no necesita de su presencia.