Armadura Teledirigida Iron Man

descripción

Este era un traje especial controlado por unos revolucionarios nuevos encefalocircuitos integrados en su casco. En un principio, no era mucho más que una versión modificada de la armadura Iron Man modelo Mark VII (un traje vacío controlado de forma teledirigida). Con el tiempo, lo que empezó como un simple experimento llegó a salvar la vida de Tony.

Prisionero en su propio cuerpo, ahora era también un prisionero en su propia armadura; Stark no podía sentir su propio cuerpo, aunque su mente estaba libre. Las unidades de control de la armadura podía mover y controlar el cuerpo de Tony; aunque atrapado en la armadura, Tony podía moverse y luchar.

Sin embargo, a la larga, esta tensión y lucha por el control de su propio cuerpo resultó perjudicial para el cuerpo de Stark. Después de vencer a sus enemigos más próximos, Stark comenzó a llevar puesto un traje de red neural para salvaguardar el funcionamiento de su sistema nervioso central, seriamente dañado. Esto modificada constantemente su estado médico y, para guardar las apariencias, el traje llevaba una capa de falsa piel sobre la superficie.

Debido a la conexión por satélite (cuando Stark controlaba la armadura a distancia), el tiempo de reacción de Iron Man era más lento que el del sistema nervioso central de Stark, pero aún así era lo bastante bueno (sobre todo considerando la alternativa). Los servomecanismos de la armadura controlaban los movimientos de la armadura, mientras que los activadores permitían equilibrarla.

Aunque la Mark VII fue el punto de comienzo de esta armadura teledirigida, Stark modificó un poco su aspecto. Lo más destacado eran los paquetes energéticos en la exterior de sus caderas, con crio-baterías de apoyo. Su principal función era la turbo-carga de los repulsores, con cables que salían de los paquetes energéticos hasta los guanteletes.

Otra variante de diseño eran las piezas auriculares del casco, de forma cuadrada, un cambio quizás debido a una necesidad de adaptar mejor la armadura a su naturaleza teledirigida.

Aunque motivada por energía solar y recargada de forma continua, esta armadura gastaba la energía más rápido de lo que podía absorberla, aparentemente. Así que, además de los paquetes energéticos, Tony añadió un reduplicador de emergencia para poder socorrerla con recargas extrarrápidas cuando fuese necesario.

Además de los sistemas habituales, la armadura teledirigida contaba con un sistema que avisaba en caso de sobrecarga. Podía canalizar la energía de la matriz armamentística de la armadura, pudiendo cargar así con cuarenta veces más peso que lo que la armadura había sido diseñada para llevar (aunque esto no era algo que se pudiese hace realmente, ya que dejaba prácticamente indefensa a la armadura).

En la armadura se desarrolló también un sistema refrigerante altamente sofisticado, capaz de mantener a Iron Man luchando incluso entre los rayos achicharrantes de Fin Fang Foom (que podían incluso derretir rocas). Aunque el ácido podía fundir el material del que estaba compuesta la armadura, la capa exterior tenía membranas que impedía esto. El traje también incluía un emisor holográfico que le permitía crear doce imágenes de sí mismo para confundir a sus enemigos.

Esta armadura incluía además los sistemas sensores habituales, un sistema de filtración de partículas y un circuito de autodestrucción. En cuanto al armamento, incluía el haz pectoral y unos repulsores turbo-cargados. Estos repulsores Mark III con turbo-carga podían disparar además una cuerda de una polifibra con un garfio en su extremo. Los magnoacopladores, almacenados en el brazo derecho, podían hacer levitar y mantener bajo su control a objetos o gente con sus escudos magnéticos.

Después de que fuese destruida durante su alianza contra el Mandarín, Stark reconstruyó la armadura (actualizándola) en un último esfuerzo para impedir lo inevitable {IM 276}. La nueva armadura estaba diseñada para mantener sus funciones vitales. Como tantas veces en el pasado, Tony no tuvo la oportunidad de ponerla a prueba antes de entrar en acción.

Tony modificó la composición de la armadura, con una aleación de hierro cristalizado alineado a nivel molecular y nitrito de titanio. Esta composición hacía muy fácil rastrear o localizar la armadura. Al mismo tiempo, Stark diseñó y añadió a la armadura un superordenador que podía hacer en seis minutos cálculos que un ordenador convencional tardaría seis años en terminar.

El magnetismo inverso continuaba siendo el eje central de la armadura. Los imanes en sus palmas permitían a Iron Man atraer pistolas u otros objetos metálicos hacia ellas. Ganchos magnéticos en sus botas adherían estas a superficies metálicas, pudiendo sujetarse incluso en aviones que viajasen a cientos de kilómetros por hora.

Las mejoras de los guanteletes incluían un extintor mejorado y gas somnífero en su guante derecho. También se actualizaron el escáner y el rastreador situados en el guantelete derecho.

Los estabilizadores del lado izquierdo también se mejoraron. Trabajando en conjunto con giroscopios autocorrectores, proporcionaban a la armadura una mayor estabilidad y control cuando estaba bajo fuego enemigo. El armamento no varió, excepto por una píldora ensordecedora oculta en el cinturón.

Una urgente preocupación por su siempre inestable corazón, y el saber que el fin podía estar cerca hizo que Stark dejase al cuidado de Jim Rhodes los códigos de seguridad que permitían abrir la armadura y sacar a Tony de la armadura si era necesario.