Armadura Iron Man Mark IX

descripción

Construida con el diseño original de rojo y dorado, la Mark IX era un regreso a un aspecto más familiar, quizás influenciado por Kang, que se había enfrentado a las armaduras de Iron Man más clásicas. Este estilo más retro incluía el regreso a un haz pectoral redondo, y una máscara remachada. Los remaches de la máscara, complementado con hombreras y botas también remachadas, le daban un aspecto amenazador.

El cambio de diseño más destacado es quizás el de los guanteletes. Grandes, rojos y voluminosos, con secciones curvadas en los antebrazos, era un cambio realmente radical. El nuevo aspecto hacía que Iron Man tuviese un aspecto más musculado y duro, al tiempo que Stark estaba cada vez más mentalmente inestable.

Toda la armadura seguía estando hecha con varias capas de flexi-metal. El exterior de la armadura tenía un escudo magnético que podía atraer objetos metálicos hacia él. Esa capa exterior también podía calentarse a temperaturas tan altas que podían fundir las balas a escoria. Un amortiguador en esta capa impedía que las balas rebotasen, si ninguno de los artilugios anteriores se hallaba activado.

Otras actualizaciones incluían un software de análisis de amenazas y cierres de seguridad. Los sensores de la armadura incluían radar, sonar, rayos-X e infrarrojos. Sus sistemas de comunicaciones incluían radio y un transmisor-receptor de amplia frecuencia.

Sus botas jet Mark IV también se actualizaron con frenos magnéticos y nuevos giroscopios internos. Los guanteletes tenían unidades de control remoto que les permitían volar alrededor de la armadura, controlados por Stark.

El armamento de la Mark IX incluía unos repulsores con desarrollo de gran angular y un Unirrayo, con magnetorrayo (que permitía la protección contra levitaciones magnéticas), rayos electromagnéticos y lásers. Ambos guanteletes podían disparar rayos caloríficos y rayos de presión térmica. El traje también podía disparar ácidos o sustancias criogénicas según las razones estratégicas lo necesitasen.