Abby St. Claire

A los catorce años, Abigail St. Claire comenzó a usar crack, y comenzó una espiral descendente en su vida. Al mismo tiempo, y para conseguir dinero para drogarse, comenzó a prostituirse. Así, ganó antecedentes juveniles, además de siete arrestos por droga y prostitución.

Sin embargo, uno de sus clientes (Randall Johnson Jr., al que no reconoció, y ni siquiera recordaba) la agredió intencionadamente y le dejó dos meses en coma. El industrial Tony Stark pagaría sus facturas del hospital y la llevaría a Refugio, en donde la Fundación María Stark le dio una oportunidad de salir de la calle, oportunidad que Abby aceptó. No obstante, tardó un año en volver a caminar. Comenzó a pintar, deseando convertirse en alguien importante en el mundo del arte, al tiempo que colaboraba en Refugio para ayudar a gente como ella.

Tiempo después, Abby recibió a Shelly, una prostituta que aceptó intentar salir de su modo de vida. Allí, ambas hablaron de su tortuoso pasado. Poco después, Tony le encargó llevarle un maletín con varios contratos a una conferencia de negocios que estaba dando {IM3 51}.

Llegó allí sobre las 10 y cuarto de la noche, siendo presentada a Randall Johnson Jr. y su esposa. Tras esto, Abby regresó a Refugio brevemente a esperar el regreso de Shelly, pero al llegar la medianoche, decidió volver a su casa. Sin embargo, de camino fue asaltada nuevamente y asesinada por Johnson, quien la había reconocido como la única superviviente de sus asaltos {IM3 52-FB}.

Tony, como Iron Man, encontró el cadáver de Abby en mitad de un incendio provocado. Tras el shock al saber de su muerte (que aunque en principio se atribuyó al incendio pronto se supo que fue asesinada), Tony se dedicó en cuerpo y alma a resolver el asesinato, cosa que logró {IM3 51~ 52}.