Hijos de Yinsen

Cuando Ho Yinsen, el anciano ingeniero procedente de la nación agrícola de Timbetpal, fue capturado por el tirano asiático Wong Chu, fue obligado junto a su discípulo Sun-Tao a crear armas. Sin embargo, Yinsen murió aparentemente para permitir la huída del ingeniero Tony Stark, y el tirano Wong Chu se deleito haciendo que fuese Sun-Tao quien le enterrase.

Por suerte, Yinsen aún no estaba muerto, y entregó un diario con sus secretos tecnológicos a Sun-Tao, entre ellos, planos de la primera armadura de Iron Man. A su muerte, su cuerpo fue llevado en un portal transportador por una misteriosa figura; esto sería el comienzo de la religión de los Hijos de Yinsen, cuando Sun-Tao fuese liberado tras la aparente muerte de Wong-Chu.

Sun-Tao regresaría a Timbetpal, y allí reuniría a once seguidores más de Yinsen. Junto a ellos y con sus propios conocimientos científicos y las notas de Yinsen, crearon un número importante de inventos que les permitió obtener una gran financiación. Con este dinero comenzaron a edificar a gran escala las ideas tecnológicas de su difunto maestro, lo que lógicamente despertó la curiosidad de las gentes de Timbetpal.

Así, el círculo de los Doce Hijos aumentó a miles cuando les transmitieron las enseñanzas del yinsenismo, y su mano de obra para la construcción de una nueva urbe voladora y tecnificada, Nueva Timbetpal, aumentó enormemente. Cuando la construcción finalizó, los Doce abandonaron la antigua Timbetpal en su obra, junto al resto de Hijos de Yinsen {IM3 31~ 32; IM' 00-FB}.

Más tarde, esta figura (el doctor Midas) subastaría a Yinsen entre Wong Chu y los Hijos de Yinsen, ganando la subasta el primero. Sin embargo, Midas vendería el nombre de Wong Chu a los Hijos, revelando que su gran enemigo había sobrevivido, y dándoles un importante blanco para centrar su atención.

Así atacaron Kyoto sin causar demasiados daños, aunque exigiendo la entrega de un criminal de guerra (por supuesto, Wong Chu), aunque no consiguieron su propósito y fueron rechazados por Iron Man {IM3}. Kuala Lumpur sería su nuevo objetivo en busca del ex-dictador, y ante un nuevo encontronazo con el vengador dorado, su líder, Sun-Tao, decidió presentar a Stark a los hijos de Yinsen {IM3 31}.

Junto a Stark, los Doce (los principales Hijos y la mayor defensa de Nueva Timbeptal, su base) invadieron los terrenos de Wong Chu, aunque al poner éste puso en la balanza la vida de inocentes, consiguió la rendición de los Hijos y el propio Stark {IM3 32}.

Sin embargo, conseguirían liberarse y recuperar el cerebro de Yinsen de manos de Wong Chu. Tras esto, Sun-Tao nombró hijo honorífico a Stark, nombró a Tyger Minn como nuevo miembro para los Doce (una de sus compañeras había muerto en combate), y dirigió Nueva Timbetpal para recuperar la armadura viviente de Iron Man en la isla de Santa Carbonell {IM' 00}.

Aparentemente, la reactivación del cerebro de Yinsen en la armadura fue un éxito. Sin embargo, la armadura era realmente controlada por la inteligencia artificial de Ultrón, quien comenzó a propugnar una política más agresiva para los Hijos, haciendo crear en masa reproducciones de su propia armadura. Cuando Sun-Tao comenzó a sospechar del comportamiento del supuesto Yinsen, Ultrón le acusó de hereje y le sustituyó por Tyger Minn, quien le era totalmente fiel. Además, experimentó procedimientos neuronales en un intento de lavarle el cerebro a Sun-Tao y poder utilizarle como peón {IM3 47-FB}.

No mucho después de esto, los Hijos de Yinsen se presentaron al público como la Iglesia del Yinsenismo, consiguiendo nuevos adeptos tras la supuestamente exitosa resurrección de Yinsen, ganando un número importante de adeptos. Al tiempo que enviaba a un confuso Sun-Tao (tras lavarle el cerebro) a enfrentarse contra Iron Man, los Hijos robaron la aleación SKIN por orden de Yinsen, y luego exigieron a Iron Man que devolviese a Sun-Tao con ellos {IM3 46}.

Tras robar de Askew-Tronics las reservas de SKIN, los Hijos de Yinsen utilizaron la aleación para injertársela a cierto número de acólitos, convirtiéndoles en leales y peligrosos cyborgs. Estos acólitos fueron revelados en combate contra Iron Man, cuando éste fue atraído a un templo yinsenista donde se preveía sacrificar a Sun-Tao por su herejía {IM3 47}.

A pesar de todo, las acciones conjuntas de Iron Man y Sun-Tao lograron derrotar a Ultrón. Entonces el verdadero Yinsen pareció tomar el control de la armadura viviente. Sin embargo, Ultrón había provocado la autodestrucción de Nueva Timbetpal y, ante la imposibilidad de salvar a su población entera, Yinsen decidió que todos debían inmolarse con ella, a excepción de Sun-Tao, quien debía poner en lugar seguro a un herido Iron Man {IM3 48}.

Continuando después junto a Tony Stark, Sun-Tao fue herido gravemente (incluso tal vez muerto), aunque este extremo no fue confirmado, al luchar contra el Hombre de Titanio quien había amenazado las instalaciones centrales de la empresa de Stark {IM3 49}. Se entiende que esto acabaría con los últimos resquicios de la religión yinsenista, exceptuando quizás a aquellos convencidos por Tyger Minn a lo largo del mundo para formar parte de la fe.