Po

Tras trabajar durante años para el Mandarín, tras la muerte aparente de éste entregaría a su hijo Temujin las manos de su padre, con sus formidables anillos de poder. Con ello, traía el mensaje de que era la obligación de Temujin que asumiese el destino de su padre y le vengase matando a Iron Man {IM3 53}.

No obstante, Temujin tenía pocos deseos de continuar el sueño de su padre, y sólo accedió a vengarle, utilizando los inmensos recursos del imperio criminal de éste. Po comenzó a disentir con los métodos de Temujin (que atacaban demasiado a estos recursos), pero éste frenó sus dudas violentamente; más adelante le acusaría de no entender de asuntos de honor {IM3 54~ 55}.

Po se sintió cada vez más desencantado con la actuación del heredero de su amo; por lo que en consonancia con los planes del Mandarín original, provocó una explosión en la embajada china y falseó pruebas para que pareciese obra de Corea del Norte, a fin de desestabilizar el continente asiático {IM3 65}.

Po continuó no obstante siguiendo los planes de su amo para asesinar a Stark, puesto que creía que eso era lo debido al honor del difunto Mandarín {IM3 66}. Se sintió complacido cuando pareció llegar la confrontación final entre ambos {IM3 68}, pero durante la misma se revelaron sus conspiraciones en la sombra.

Entregado a la justicia por Iron Man, intentó detonar un segundo artefacto en la embajada de Corea del Norte, pero el vengador dorado lo detuvo con un pulso electromagnético. Una vez en manos de la justicia, se negó a cooperar y dar información, siendo condenado a la silla eléctrica {IM3 69}.