Manuel

Manuel era un habilidoso joven que vivía en Filipinas ganándose la vida como "chico de la calle", lo que incluía entre otras cosas trabajar como limpia botas o vendiendo fruta. Lo poco que se sabe de él es lo que el joven ha contado, por lo que puede ser verdad o no, incluso su nombre, ya que en ocasiones se ha referido a sí mismo como Miguel aunque puede que ni uno ni otro sea su verdadero nombre, tampoco su familia ya que ha mencionado a menudo que tiene varios hermanos que se dedicaban a varios oficios (mago, sargento del ejército ....) que le han enseñado las habilidades que posee, lo cual tampoco ha sido confirmado.

Cuando los japoneses invadieron las Filipinas obligando a los americanos a retirarse, la ciudad de Manila quedó a merced del invasor, la marcha de los soldados americanos fue tan precipitada que cinco científicos occidentales quedaron atrapados en la Universidad y el alto mando aliado decidió enviar al Capitán Savage y a sus Leathernecks a rescatarlos.

En Manila, los comandos aliados hallaron una ciudad abandonada que en pocos minutos sería invadida, de modo que cuando encontraron a los científicos descubrieron que no tenían forma de escapar. Fue entonces cuando encontraron al joven Manuel, que les mostró un lugar donde ocultarse en un subterráneo, allí, los Leathernecks intercambiaron sus trajes con los científicos de modo que estos, haciéndose pasar por soldados capturados, fueron enviados a un campo de prisioneros en lugar de a Tokyo como cautivos importantes. Los Leathernecks por su parte, ayudados por Manuel, se afanaban en escapar de la ciudad a bordo de un camión de tropas japonés, una vez fuera fueron descubiertos pero Manuel usó una granada para volar el camión salvándolos a todos.

Una vez en el campo de prisioneros, el joven proporcionó a los comandos unos trajes de mujer, y a continuación logró que les dejaran entrar en el campo con la excusa que iban a celebrar una festividad occidental, sin sospechar nada, los japoneses aceptaron y los Leathernecks entraron en el campo. Seguidamente Manuel, haciéndose pasar por vendedor de frutas, logró colar varias armas que hizo llegar a los comandos aliados que las usaron para sembrar el caos en el campo y liberar a los prisioneros huyendo hasta la playa donde fueron recogidos.

Manuel quedó atrás en un país ocupado donde no se han vuelto a tener noticias de él, pero en vista de las habilidades demostradas no hay duda que sobrevivió a la guerra.