Sakata

El Coronel Sakata era un cruel y ambicioso oficial japonés impopular tanto para la clase política, el cuerpo de mando e incluso para sus propios hombres. Esto provocó que el alto mando lo enviara a una isla aislado del frente, encargándole responsable de la propaganda a través de una emisora de radio allí instalada. Decidido a conseguir un ascenso a general, Sakata esperaba su gran oportunidad para promocionarse.

Esta oportunidad le llegó cuando el destino quiso que cerca de su isla fuera abatido el as de la aviación americana Ben Grimm, que a instancias de Sakata fue capturado vivo para usarlo con fines propagandísticos, así, el Coronel hizo una alocución radiada en que informó de la captura del aviador así como de su confesión de haber cometido crímenes y atrocidades en el aire, tras lo cual Grimm fue encerrado en una celda para ser torturado e interrogado.

La captura de Gimm no pasó desapercibida para el alto mando aliado, que envió a la isla al Capitán Simon Savage y sus Leathernecks para que liberaran al aviador, los comandos aliados llegaron a la isla donde se hicieron con el control del aeródromo y robaron un camión con el que irrumpieron ruidosamente en la base comandada por Sakata. El Coronel, viendo que los Leathernecks se abrían paso a través de sus hombres, acudió a las celdas decidido a usar a Grimm como rehén.

Efectivamente, cuando Savage llegó a las celdas encontró a Sakata encañonando al aviador el cual estaba medio inconsciente debido a las torturas que había recibido, dado que el japonés amenazando con matarlo, Savage se vio obligado a dejar las armas quedando a merced del Coronel pero Grimm, viendo lo que estaba sucediendo, hizo un esfuerzo supremo y logró apartarse de la linea de fuego permitiendo a Simon lanzarse sobre su rival dando comienzo una pelea en que Sakata salió perdedor.

Los comandos sacaron a Grimm de la base y marcharon al aeródromo perseguidos por Sakata y sus hombres, los cuales no pudieron evitar que los Leathernecks subieran a un avión pilotado por el propio Grimm y escaparan de la isla pero no antes de destruir gran parte de la base y el aeródromo. Tras sufrir la humillación de la fuga de su prisionero, la destrucción de su base y antes de enfrentarse a sus superiores, Sakata decidió quitarse la vida mediante el ritual del hara kiri.