Vladimir

Vladimir es un artefacto postnuclear capaz de destruir la realidad. El poeta fracasado Artaud Derrida se había hecho con él e iba a venderlo en Sokotra, pero SHIELD supo de la venta y envió a los Vengadores Secretos para que se hicieran con la bomba. El grupo capturó a Derrida con facilidad, pero Vladimir tenía intención firme de suicidarse y destruir la realidad, pues creía que todo se repetía ad nauseam. Spiderwoman logró convencer a Vladimir para que no estallara proponiéndole probar el helado de caramelo {SECA3 3}.

La bomba fue trasladada al Helitransporte Iliada donde empezó a entablar amistad con Spiderwoman {SECA3 5}. Vladimir decidió ayudar a los Vengadores Secretos y asesoró a Spiderwoman y la Viuda Negra cuando tuvieron que enfrentarse a una réplica suya, sin embargo la bomba estalló y la Viuda Negra fue transportada a la dimensión de Tlön {SECA3 5}. Vladimir colaboró con los Vengadores Secretos para detener a Snapper, el ayudante de MODOK. Vladimir fue crucial para poder comunicarse con la Furia y contar también con su ayuda {SECA3 10~ 11}.

Vladimir participó en la reunión preparatoria de MODOK para detener a Snapper. Él debía jugar un papel crucial, pues su función era restablecer la realidad cuando el portar a Tlön fuera abierto. Llegado el momento, Vladimir se lanzó sobre la Guardería, la base de Snapper en Venezuela en la que había logrado convocar el poder de Tlön. Vladimir abrió un agujero negro creando una singularidad que restableció la realidad. Desplazado hasta Tlön, allí una entidad llamada el Viajero concedió a Vladimir su deseo de probar el helado de caramelo construyendo para él un templo de su anhelada comida, así como dotándolo de boca y papilas gustativas {SECA3 13~ 15}.