Punisher vol 2

Bruce Ayres un veterano de la Guerra de Vietnam reconoce a Frank Castle cuando está visitando el monumento en recuerdo de los caídos. Los dos habían coincidido en la Base Aérea Marble Mountain en el 68. Ayres le cuenta que hace un día recibió la visita de Curtis Hoyle quien quería contratarlo para llevar un cargamento de droga desde Bolivia. Ayres no estaba convencido de ello y le pregunta que debería hacer, Frank le aconseja que se mantenga alejado de ese asunto. Al día siguiente, Frank se entera que Ayres ha muerto de un disparo, las autoridades dicen que ha sido suicidio post-traumático, pero Frank tiene sus sospechas.

El Castigador se deja atracar por un hombre enganchado al crack quien lo apuñala. Frank le hace creer que lo ha matado cuando en realidad lleva un chaleco de kevlar, así que lo sigue para averiguar donde están los camellos y ve que va hasta una casa fuertemente protegida. Tras disparar con un lanza misiles contra la puerta blindada salta con un cable a través de una de sus ventanas. Frank deja con vida solo a uno de los narcotraficantes para que le de el nombre del vendedor, un tal Wilfrid Sobel. El Castigador se marcha dejando con vida al narcotraficante quien se arrastra para coger un arma en cuando Frank le da la espalda, pero éste se lo estaba esperando y le arroja un cuchillo. De camino a su piso franco en Jersey, Frank tira el crack que ha encontrado en el piso al río. Tras pintarse unas uñas con manicura de polvo de diamante, Frank se marcha al Pink Lady, el local de Wilfrid quien se encuentra junto a Hector Gomez y la ex modelo Belinda Foster. Frank le hace creer que se llama Bill Messina y que quiere ocupar el puesto de Hoyle en la organización y le da suficientes detalles para que Wilfrid pique el anzuelo. O eso cree él, porque mientras Belinda lo entretiene, Damasco, el hombre de Wilfrid, le pega un fuerte puñetazo que lo deja inconsciente. Frank recobra el conocimiento cuando le arrojan un cubo de agua por encima. Está atado a una silla y quieren saber quien es realmente. Para ello le colocan dos cables en el pecho y le dan descargas eléctricas. Frank hace ver que está más afectado de lo que está realmente y cuando se acercan lo suficiente para interrogarlo se libera por sorpresa de las ataduras y consigue ocuparse de sus dos interrogadores. Armado mata a los guardias que acudían en ayuda de Damasco y Gomez. En la habitación de Wilfrie, Belinda le pregunta que ocurre y éste le dice que Messina se ha soltado. Belinda le dice que le pregunte que quiere y Frank le contesta que su puesto. Wilfrie le contesta que está loco si cree que el General le dejará ocuparlo a lo que el otro le dice que sabe que al General le gusta la rudeza. Wilfrid entonces le ofrece 250.000 dólares por su vida. Aunque planea matarlo cuando venga a por la bolsa de dinero, así que manda a Belinda con ella. La mujer arroja el dinero y al ver a un hombre acercarse a recogerlo dispara contra él, pero en realidad Frank a usado el cuerpo de otro de los narcos ya muertos como escudo. Al confiarse, Frank entra por sorpresa y lo mata. Le dice entonces a Belinda que se puede marchar y que desaparezca, pero la chica le dice que detrás del cuadro hay más dinero y lo agarra. Antes de que vengan más matones los dos huyen del local. Frank se asegura que la chica se marche y coja un avión rumbo a Suiza y a continuación llama a los nueve números de teléfono que había grabados en el teléfono del Wilfrid dejando un mensaje para el General. Al cabo de poco rato recibe una llamada a la cabina telefónica que ha dado como contacto. Frank asegura que quiere el puesto de Wilfrid y que ha demostrado su debilidad, se ofrece a doblar los beneficios y compensar por la pérdida causada. El General le dice entonces que le enviará a un hombre. Al día siguiente aparece Hoyle, el contacto del General.