Punisher vol 4

Lucy Mellace se acerca al altar improvisado del lugar donde murió. Ahora es una leyenda. Se agacha y deja la fotografía de un hombre y se arrodilla entregando una oración para el hombre que se quitó la vida en ese callejón. En otro lugar Justin Randall cumple doce años, su madre le prometió una tarda del Capitán América, en lugar de eso oye los gritos de su madre siendo golpeada por su padrastro y el niño dibuja un cráneo con el dedo sobre el vaho de la ventana rezando para que funcione. En un oscuro callejón Eddie Dobbs ve pasar a una anciana, por un momento se plantea atracarla para conseguir dinero para otro pico, pero todavía no ha caído tan bajo. Un hombre entre las sombras con una marca brillante en la frente le dice que ha sido un buen chico y por esta vez lo dejará marcharse. Es el Castigador. Unos instantes más tarde, derriba la puerta de un laboratorio clandestino de droga armado con armas sobrenaturales, sus ojos son como los de un muerto y huele a tierra y humo. Las armas del Castigador disparan fuego y matan a los traficantes. Uno de ellos logra escapar a la azotea, pero el Castigador lo atrapa y lo arroja al fuego sin importarle lo que le ocurra. Se mueve mecánicamente otorgando el castigo a quienes lo merecen. Todo se derrumba en llamas, pero el Castigador aparece entre el fuego del edificio imperturbable cuando los bomberos llegan para apagarlo.

Olivier y sus cazadores encuentra a un grupo de ángeles que estaban rezando en el interior de la iglesia abandonada. Los demonios se lanzan sobre los ángeles y solo uno de ellos, Tariel, consigue huir en busca de ayuda. Olivier en persona consume a Esphares, uno de los ángeles atrapados. Olivier está dispuesto a vengarse de todos los que se le opusieron.

Cuando Lucy regresa a su casa, su marido Tony se enfurece con ella porque no le dio permiso para salir. El hombre le levanta la mano para pegarla, pero de pronto las luces se marchan y aparece el Castigador. El hombre golpea a Tony repetidas veces y le advierte que no vuelva a pegar a su esposa. Lucy se sorprende al verlo, creía que había muerto. Cuando Frank la mira, la reconoce como la hermana pequeña de su mejor amigo de antes de la guerra. Frank se marcha y ella le agradece que haya venido. De nuevo en el callejón mientras examina las ofrendas que le han dejado ve a su mujer y sus dos hijos, rápidamente los sigue, y lo conducen hasta una azotea y luego desaparecen. En realidad han sido ilusiones invocadas por Tariel. El ángel le dice que es un grigori y que si quiere encontrar respuestas vaya a un club llamado Milton's y encuentre a Gadriel. Sin más, el ángel se consume en llamas ante sus ojos.

El Castigador encuentra el local que le ha dicho Tariel. Justo cuando llega está saliendo Hellstrom quien le dice que aquí encontrará lo que está buscando, pero que tenga cuidado con lo que desea. Al entrar en la sala se hace el silencio y Frank nota una energía extraña. Allí encuentra a Gadriel, su propio ángel de la guarda que dice haberlo resucitado para compensar no haber sido capaz de salvar a su familia. Aquel día no deberían haber muerto. El Castigador saca su arma y apunta a Gadriel y le dice que rece.