Secret Wars
M/SHSW 3
Magneto contempla la tormenta que se ha desatado en el exterior de su base y considera que ha llegado el momento de liberar a su prisionera, así que usa sus poderes magnéticos para deshacer la bola en la que la había atrapado. La Avispa se sorprende de que no ha haya matado. Magneto le asegura que la ha traído aquí para hablar con ella.
La tormenta azota también la base de los héroes. Los vientos son tan huracanados que arrancan una gran roca y la lanzan contra la fortaleza. Thor se encuentra fuera y lanza el Mjolnir para partir el peñasco y lograr que los cascotes golpeen inofensivamente las paredes exteriores. Hulka transporta un acelerador de partículas de treinta toneladas hasta la central de energía para que Hulk pueda reparar los daños causados allí por Magneto. En la sala de comunicaciones, Hulk, Míster Fantástico y el Capitán América observan a Galactus, quien permanece inmóvil sobre un peñasco. También han logrado enfocar la fortaleza de los supervillano. La aurora luminosa que la rodea hace sospechar a Reed que están absorbiendo la energía de la tormenta, aunque ignora con que finalidad. A pesar de todas las maravillas tecnológicas que los rodean, Reed está pensando en su esposa y su hijo, así que deja la sala de comunicaciones. Spiderman lo observo desde el techo a Reed marcharse alicaído, pero sigue su paseo por la fortaleza y encuentra a la Patrulla-X reunida. Pícara teme que puedan cuestionar su lugar al lado de los héroes, pero Xavier está más preocupado por Magneto, los mutantes quieren reunirse con él. De pronto Xavier se da cuenta que Spiderman los está escuchando y se produce un rifirrafe entre él y los mutantes. Finalmente consigue escapar y se reúne con Reed, pero de pronto olvida que quería decirle y es que Xavier ha logrado manipular su mente a tiempo. Los mutantes cogen una nave espacial del hangar de la base y se marchan en dirección a la fortaleza de Magneto.
Magneto recibe una llamada del Doctor Muerte proponiéndole una alianza, pero el Amo del Magnetismo la rechaza. Muerte le advierte que entonces ha de considerarlo su enemigo y se arrepentirá de su decisión. Tras cortar la comunicación, Magneto se reúne con la Avispa. Fuera continúa la tormenta y mientras caen rayos y truenos, Magneto seduce a la Avispa. Sin darse ella cuenta pronto se encuentra entre sus brazos besándolo apasionadamente.
El Doctor Muerte usa unas máquinas alienígenas para dotar de poderes a dos mujeres mortales: Marsha Rosemberg y Miss MacPherran, transformándose respectivamente en Volcana y Titania. Destructor se sorprende de ver a dos caras nuevas en el planeta y se pregunta de donde las ha sacado Muerte. Titania por su parte reta al Hombre Absorbente a una pelea, pero éste se niega y le dice que si quiere probar sus poderes lo haga cuando se enfrente con los héroes mañana. Volcana conoce en persona al Hombre Molécula quien le confiesa que siente admiración por el Doctor Muerte. Aunque él no es un hombre violento, está dispuesto a seguir a Muerte y hacer lo que él le pida.
A Hulk le empieza a costar pensar con claridad. Junto a él se encuentra durmiendo el Capitán América que se despierta de pronto al darse cuenta que ya es de día. La tormenta se ha detenido, así que puede ser este momento el más propicio para un ataque de sus adversarios. En efecto, los supervillanos lanzan un ataque por sorpresa y entran en la base tras destruir uno de sus muros. Los primeros en caer son los Cuatro Fantásticos cuando Titania derriba la pared de la sala en la que se encontraban. Solo queda en pie la Antorcha Humana a quien ha roto un brazo, así que funde el suelo para poder escapar él y sus dos compañeros inconscientes. Por su parte Volcana derriba a Hulka y le arroja el techo de la sala encima. El Doctor Octopus sorprende a la Capitana Marvel y logra dejarla inconsciente con sus tentáculos, pero Ojo de Halcón lo hace huir. Ultrón derriba a Spiderman e Iron Man se oculta tras unos cascotes. Hulk se enfrenta al Hombre Molécula y el Doctor Muerte, pero el Capitán América le insta a escapar para recuperar la iniciativa. Saltando sobre su espalda los dos huyen.
