Las Gemas del Infinito
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Tres hombres llegan hasta las ruinas de Attilan situadas en el Himalaya, al alcanzarlas uno de ellos mata a sus dos compañeros, a quienes por lo visto a pagado como guías hasta ese lugar empleando una vara energética. Por medio de un ordenador averigua donde estaba el Palacio Real y baja hasta las catacumbas. Gracias a un detector sofisticado sigue el rastro de una fuente de energía de tipo desconocido que se oculta detrás de una pared. Tras abrir un boquete descubre una esfera roja. Oculta en su interior está la Gema de la Realidad. Al cogerla y reconocerla desaparece de allí.
El Hombre Maravilla tiene problemas de cohesión con su cuerpo iónico. Aparecen de repente Thor e Iron Man quienes le preguntan si le cuesta mantener su integridad, pero Simon no está aquí para hablar de eso, si no de que quiere que los Vengadores se disuelvan, ya que los culpa de poner en peligro la Tierra con su mera existencia. Iron Man lo ha encontrado rastreando su energía. Simon vuelve a pedirles que disuelvan los Vengadores antes de que uno de los suyos muera y se marcha.
Robbins se cuela dentro del Edificio Baxter y hace que Reed siga durmiendo en su laboratorio. Casualmente entra Ben cargado con pizzas, así que Robbins convierte en agua el suelo y la Cosa se precipita varios pisos en el vacío. Robbins accede a la caja fuerte de los 4 Fantásticos y allí encuentra el universo en miniatura que ha creado Reed para ocultar otra de las Gemas del Infinito. Usando la que posee recupera la Gema del Poder.
Robbins aparece en medio del desierto, de pronto se produce un estallido a su lado, se trata de Hulk Rojo. Al verlo Robbins lo considera una prueba y se lanza contra él.
Noh-Varr presenta a su novia Annie a los Vengadores, la pobre chica solo es capaz de balbucear ante la presencia de los héroes. De pronto Hulk Rojo atraviesa la ventana de la Torre de los Vengadores, prácticamente inconsciente. A penas puede levantarse y solo murmura "infinito" ante los atónitos Vengadores.
