Wolverine vol 4

Lobezno se encuentra atrapado en el Infierno, donde sus poderes regenerativos están seriamente mermados y no tiene garras de adamantium, si no sus garras de hueso. Incapaz de medir el tiempo, ignora cuando hace que está allí. Una horda de agentes de la Mano se lanza contra él y Lobezno les hace frente abriéndose paso hasta llegar a los pies de Satán quien está complacido de que todavía luche. Así que manda a más almas segadas por el mutante entre quienes se encuentran soldados, agentes de Hidra o del Club Fuego Infernal. También es atacado por Rojo Omega, Ciber, Xorn y Ogún. Herido y de rodillas, agotado, pero todavía con fuerza para plantarle cara, el demonio le advierte que ya ha domado a otros como él, como a Dientes de Sable a quien muestra encadenado a sus pies. Al ver que sigue desafiándolo el demonio manda que le traigan a Mariko Yashida, quien también está encerrada en el Infierno debido a su pasado con la Yakuza. Obedeciendo a Satán, Mariko empieza a azotar a Logan hasta hacerlo gritar. En otro lado Puck y una figura misteriosa miran lo que ocurre. Planean ayudar a Lobezno y Puck se pone en movimiento.

Mística le confiesa a Garner que Logan se encuentra atrapado en el Infierno, pero le cuesta creer su historia. Garner quiere pedir ayuda, pero Mística insiste en que no avise a la Patrulla-X, así que llama a Yukio a Japón. Mientras hablan Logan ataca a Yukio quien se cree en primera instancia que está siendo controlado y le hace frente, pero Lobezno tiene telequinéticos que impiden que Yukio pueda agarrar una katana para defenderse y el mutante la empala con sus garras. Al cabo de un rato Lobezno agarra el teléfono y le dice a Garner que Yukio ha muerto. Garner se da cuenta que no ha hablado con su novio si no con otra cosa. Pero Mística ha pedido ayuda y aparecen Hellstorm y los dos Motoristas Fantasma.

Amiko regresa a casa y encuentra a Lobezno con Yukio ensangrentada a sus pies. La chica, en lugar de quedarse asustada, agarra una katana pese a que Yukio le dice que huya y se enfrenta a Lobezno. El mutante rompe su espada con las garras, pero Yukio le atraviesa el cuerpo y salta con Amiko por la ventana hasta el techo de un tren y se alejan las dos de allí.