Lucas Brand

Brand, a los 27 años, ya había sido arrestado once veces y convicto otras nueve, habiendo pasado un total de doce años, cuatro meses y seis días en la carcel. Cuatro meses en libertad fueron el tiempo que le bastó para volver a la vida criminal, matando a tres hombres. Formaba parte de una banda de motoristas que recorrían Inglaterra cuando, una noche, encontraron en un callejón a un Drácula moribundo que se hallaba huyendo de una batalla perdida. Pensando que tendría dinero, él y sus amigos trataron de robarle, cuando el Señor de los Vampiros les hizo frente hasta que el número de motoristas lograron reducirle; éstos se marcharon al oír las sirenas de la policía. Drácula hizo acopio de todas sus fuerzas para seguirles hasta los muelles; débil como estaba, el vampiro fue arrojado al agua y fue recogido por un pescador.

Los caminos entre Brand y Drácula se separaron momentáneamente; mientras Drácula seguía con su cruzada contra la Humanidad, el motorista recibía un encargo de su jefe actual, Jason Faust: eliminar a aquellos que hicieron que éste acabase en un pulmón artificial; habiendo eliminado a tres de ellos, la orden de Faust exigía las vidas de los tres hombres restantes: Oliver Gordon, el ex-compañero de Faust llamado Henry Lashwell, y finalmente a Quincy Harker. De estos tres, los dos primeros fueron eliminados, pero en el caso de Harker, ni él ni su banda lo tuvieron fácil, ya que Drácula les había estado siguiendo para cobrarse su venganza: a los miembros de la banda los hipnotizó para que se arrojaran por el borde de un acantilado cercano; en cuanto a Brand, por ser el líder, fue mordido y convertido en vampiro. El vampiro además le hipnotizó para que mordiese a Faust que, inmovilizado moriría fácilmente. Brand pareció morir en el momento en que Faust, justo después de ser mordido, clavó una aguja en un muñeco vudú que tenía del motorista. Sin embargo, Brand logró sobrevivir de algún modo.

Más adelante, Brand fue contactado por el Doctor Sol para ejercer como sirviente suyo, al tiempo que éste le proporcionaba la venganza sobre Drácula que tanto había deseado. El Señor de los Vampiros había sido capturado por la organización de Sol, y ahora, preso, tenía ante sí a dos antiguos enemigos: el propio Brand, y un Clifton Graves demacrado por la explosión que supuestamente había acabado con él. El asunto concluyó en una refriega en la que Graves perdió la vida ante los ojos del grupo de cazadores de vampiros, que acababa de entrar en escena. Éstos, junto a Drácula, fueron hechos prisioneros de un triunfante Doctor Sol que, sin más, decidió comenzar su experimento. No obstante, Drácula logró liberarse nuevamente y se enfrentó a Brand, al que venció (no sin que éste le dejase malherido) para justo después desmayarse debido a la severidad de las heridas que había recibido. Sin más contratiempos, el experimento de Sol se llevó a cabo: Un aparato sondearía la inteligencia de Drácula, que quedaría grabada en un ordenador; justo después, todo aquello que el ordenador registrase pasaría a la mente de Brand. Así, Brand destruiría a Drácula y gobernaría la Tierra como nuevo Señor de los Vampiros en nombre del Doctor Sol, proveyéndole de la sangre que Sol necesitaba para subsistir, y creando de paso un ejército que le hiciese invencible.

Una vez Brand recibió esa cantidad de poder, fue liberado y se enfrentó definitivamente a Drácula. No obstante, éste demostró no estar a la altura del transilvano, que empezaba a superarle en combate debido a siglos de experiencia. Finalmente, Brand, prácticamente destruyendo el laboratorio en la contienda, arrojó a Drácula al fuego que empezaba a crecer por todas partes. Justo después de esto, se enfrentó al Doctor Sol, que le lanzó una descarga mental, dejándole inconsciente. Entretanto, todos los presentes huyeron, dejando a Brand consumirse por el fuego, mezclándose sus cenizas con las de Drácula.